La situación económica de la Orquestra Simfònica de Balears va de mal en peor y los problemas de tesorería se amontonan, hasta el punto de que hay quien habla de «quiebra total». Además de la reducción de las aportaciones por parte del Consell de Mallorca (37%), Govern (10%) y Ajuntament de Palma (32) –las tres instituciones que forman parte del consorcio que gestiona la formación musical– este nuevo ejercicio ha arrancado con importantes deudas con la Seguridad Social y la Agencia Tributaria, además de con proveedores, lo que ya ha supuesto alguna sanción.
Según algunos documentos a los que ha tenido acceso Ultima Hora, a fecha de enero la Simfònica calculó que debía 484.499,68 euros a la Seguridad Social y hasta 821.037,72 euros en concepto de IRPF. La situación ha tenido alguna consecuencia, un recargo de alrededor de 45.000 euros (más intereses por retraso) por no pagar este último impuesto. Al no estar al corriente de sus obligaciones, no puede renovar créditos (algunos caducados y al descubierto) «ni recibir subvenciones ni cerrar según qué tipo de contratos», apuntó Antoni Alorda, diputado del PSM-IniciativaVerds-Entesa, preocupado tras conocer los datos. «No hay que crear alarmismo, pero está en peligro la continuidad de la orquesta y hay que pagar lo que se debe lo más rápido posible. No han pagado a la Seguridad Social en todo un año», añadió.Pero la Simfònica tampoco está al corriente de pago con sus proveedores, a quienes en enero adeudaba cerca de 500.000 euros. En estos momentos, el presupuesto para la formación no está cerrado y tiene que hacer frente «a multas importantes». No obstante, como ya adelantó este periódico hace meses, desde la gerencia de la Orquestra, que en las últimas juntas ha alertado de la complicada situación financiera que atraviesa la entidad, se trabaja en la elaboración de un plan de viabilidad que, según algunos informes, permitiría el ahorro de más de 600.000 euros.
En otro orden de cosas, los patronos de la Simfònica valoran también en estos momentos el cambio de sede de la orquesta. A raíz de una inspección de Trabajo, se exigió la reparación de la sala de ensayo, con importantes deficiencias. La imposibilidad de asumir económicamente el coste ha llevado a los gestores a valorar varias opciones de traslado, como el Palau de Congressos, la gran apuesta de la anterior gerencia, o el Teatre Xesc Forteza, por ejemplo.
La oposición preguntará en el Parlament por dichas cuestiones.