Transformar el Espai Mallorca de Barcelona en un Espai Illes para intentar solucionar el problema presupuestario que arrastra el centro cultural no parece una solución viable económicamente para los consells Insulars de Menorca, Eivissa y Formentera. Su voluntad de sumarse a esta propuesta del Govern y del Consell de Mallorca para rescatar a este espacio de la Ciudad Condal se ve mermada por la precaria situación económica de un 2012 marcado por la «austeridad».
Ya en la anterior legislatura, el exconseller de Cultura del Consell de Mallorca, Joan Font, inició conversaciones con el resto de Consells con la finalidad de crear un consorcio entre las administraciones insulares y el Govern. «Fueron acuerdos verbales pero el tema había quedado medio hilvanado, sólo faltaba pulirlo», dijo Font. Tras las elecciones autonómicas, la propuesta se retomó sin éxito, dada la situación presupuestaria. Por tanto, el Consell de Mallorca se queda sólo y con una deuda de 86.000 euros al Gremi d'Editors de Balears, correspondiente a la subvención nominativa pendiente de 2011.
«La directora general de Cultura del Govern, Isabel Cerdà, me explicó la idea de constituir un Espai Illes. Me pareció una idea magnífica, pero para colaborar necesitamos una disponibilidad económica que no tenemos», apuntó Maruja Baíllo, consellera insular de Cultura de Menorca. Su homónima en Eivissa, Pepita Costa, se expresó en la misma línea: «El Govern ha mediado para pedir colaboración a los consells insulares. No obstante, debido a la limitada situación presupuestaria, ahora mismo no es posible». Aún así, Costa aseguró: «Nos gustaría colaborar con el Espai Mallorca. Ahora no es posible, pero ojalá podamos en un futuro».
«Debe ser una iniciativa del Govern», sostiene Sonia Cardona, consellera insular de Cultura de Formentera. «Dado ese paso, los consells haríamos nuestra aportación, pero ahora no se puede».
Ante el anuncio de los editores, anteayer, de abandonar la gestión del Espai Mallorca, Catalina Sureda, directora insular de Cultura, se reunió ayer con el Gremi d'Editors y le propuso solicitar un crédito bancario, que luego la Administración abonaría con la citada partida de 86.000 euros. Así, el Consell avalaría a los editores a la hora de solicitar el préstamo», matizó Sureda.
Esta propuesta «no es una solución» para el Gremi d'Editors. A pesar de ello, su presidente, Miquel Ferrer, acudió ayer a una entidad bancaria, pero «el banco ha dicho que sin facturas no se puede conceder, una subvención no sirve como aval. Para nosotros no es una solución, el Consell debería pagar la deuda. La solución está en sus manos».