Andreu Buenafuente se reta continuamente a saltar más alto, como si fuera un Sergei Bubka dotado de lengua viperina. Ahora sube un poco más el listón y lo resuelve en la mejor compañía, la de Jose Corbacho, Ana Morgade y Berto Romero. Juntos se enrolan en Terrat Pack, un tour que les conducirá hasta el Trui Teatre los próximos 25, 26 y 27 de noviembre. El espectáculo es un espacio plagado de verdades picaronas y mentiras honestas, porque ya no basta con reírse de la clase política, qué pereza; vamos a hacerlo de otras cosas, ahí fuera pasa de todo y es terrible... y al mismo tiempo divertido.
-Terrat Pack es un guiño al Rat Pack de Sinatra y compañía, ¿en qué modo le impactaron sus legendarias andanzas?
-Como seguidor e interesado en esa época incorrecta y auténtica en la que se bebía y fumaba mucho, tan distante de estos días de corrección absurda. Ellos lo hacían únicamente por diversión ya que tenían unas carreras aparte, hay algo de ese espíritu en nosotros.
-Su comicidad, a veces un tanto ingenua, le ha servido para soltar el látigo ...
-Sí, forma parte del estilo propio. Noto que me hago mayor y la vida me cede un guión macerado, cada vez me inclino menos por lo agrio, no soy de los que dan caña a mansalva porque acabaría tomando mi trabajo como una terapia personal.
-Jose Corbacho asegura ser ‘diezmileurista' con vocación de ‘clase trabajadora', ¿en su caso el dinero le ha aburguesado o le ha servido como acicate de conciencia?
-El dinero es peligroso. Yo digo que no es tanto el dinero que tienes, sino cómo puede amenazar a tus valores. Vengo de una familia que padeció serios apuros económicos y sé disfrutar coherentemente de lo que me he ganado.
-¿España tiene la televisión que merece?
-Mira, como consumidor y niño de la tele y por lo tanto enamorado del medio, me gustaría que fuese mejor.
-¿Cree que su intenso trabajo en televisión estaba estropeando otros aspectos de su vida?
-De verdad que no, disfrutaba enormemente con lo que hacía, lo dejé por una cuestión de fin de ciclo autoimpuesto.
-¿Le fastidian las entrevistas en las que el entrevistador quiere ser más ingenioso que el entrevistado?
-No, en cierto modo es lícito. Ésta está siendo buena, pero te sorprenderías de las entrevistas poco trabajadas o interesantes que he tenido que responder. Se critica mucho la mala televisión y no tanto el mal periodismo.
-¿Aún escuecen las críticas por su entrevista a la ministra Ángeles González-Sinde?
-Ya ha pasado, aunque en ese momento pensé «un respeto, ¿no?». No puedo maltratar a un invitado, nunca lo he hecho y hubo gente que quería sangre.
-¿Le preocupa o alivia el traspaso de poderes que se prepara en el Gobierno?
-Como cómico me dará contenidos para seguir. Como ciudadano estoy en la línea de la calle. Mariano Rajoy tendrá que esmerarse y mucho para que salgan las cuentas.
-¿Qué cree que estará haciendo la niña de Rajoy?
-Pues mira, corre por ahí un tweet que dice «la niña se parecía a la prima, la prima de riesgo».