El viejo León, Tolstói, un retrato literario es el último libro de Mauricio Wiesenthal que, además de escritor, es enólogo. Por este motivo se encuentra en Mallorca impartiendo un curso sobre la cata de vinos, que concluye hoy, en La Biblioteca de Babel (Arabí, 3). Aprovechando su estancia en la Isla nos habló de Tolstói.
En 2010 se cumplieron 100 años de la muerte del escritor ruso Lev Nikoláyevich Tolstói, y con este motivo se publicaron numerosos libros, entre ellos el de Wiesenthal, además de estrenarse, un año antes, La última estación, una película estadounidense que relata los días finales del autor ruso.
«Estuve mucho tiempo estudiándolo», explica el escritor. «Es por ello que me convertí en un gran conocedor de su vida y obra, lo que me ha permitido conocer muchos detalles de Tolstói», dijo.
Wiesenthal (Barcelona, 1943) viajó a Estados Unidos para conocer a la hija del autor de Guerra y Paz, Alejandra (1884-1979), una mujer «muy cercana a su padre», según el escritor, «que conservaba recuerdos maravillosos. Eso es lo que he intentado transmitir en mi libro y lo que marca la diferencia con una biografía normal, convirtiéndolo en un retrato literario», argumentó.
Son muchas las anécdotas que atesora Wiesenthal, y es por ello que está en desacuerdo con la citada adaptación cinematográfica de la vida de Tolstói. «Cuando vi la película [dirigida por Michael Hoffman], me escandalicé», expresa el escritor. «Pese a que lo documentaron, obviaron detalles importantes restándole humanidad al personaje. Uno de los grandes cambios es el de la partida de su hogar. En el filme se ve cómo Tolstói besa el suelo 'despidiéndose' de su hogar, cuando en realidad el hombre se cayó al intentar tocar, por última vez, un árbol que creció con él, un gesto mucho más humano y bello», concluyó.