Por los movimientos corporales el tango en Argentina «sería posible» equipararlo al toreo en España, sin sangre y sin matar al animal. El Auditòrium de Palma, sin la arena del coliseo, será escenario hoy y mañana a las 22.00 de Tango Seducción , un espectáculo «purista y vanguardista» dirigido por el coreógrafo argentino Gustavo Russo.
Tras diez años girando, Russo confirma que «el tango no tiene fronteras, no se resiste a ninguna cultura». El espectáculo está dividido en dos partes. En la primera, se ofrece una versión tradicional del tango «con toques humorísticos» y, una segunda, «más seria». Para el coreógrafo la segunda es «el leitmotiv » de la actuación. El show está compuesto por historias de 3 minutos cada una y formado por 12 bailarines y 5 músicos que tocarán en directo. «Lo que diferencia este tango del resto es el apartado argumental», sostiene Russo, quien cuando se inició en la escena tuvo que «seducir con mi propuesta a los mejores artistas y luego con ellos hacer lo mismo con el público».