Can Lis fue la primera casa que el arquitecto danés Jorn Utzon, Premio Priktzker de Arquitectura 2003, se construyó en Mallorca, en la zona de Porto Petro, en un acantilado frente al mar. Luego vino Can Feliç, levantada también en un paraje agreste y recóndito. Ambas son consideradas por los arquitectos auténticas obras de culto. Este diario pudo confirmar ayer que Can Lis, que pertenecía a uno de los hijos del reconocido arquitecto, ha sido vendida.
Parece que la nueva propiedad la detenta una fundación danesa, la misma que construyó el Centro Cultural Utzon, situado en Aalborg, ciudad del norte de Dinamarca, y que su intención sería convertirla en lugar de estudio y residencia para arquitectos. Este es un dato que no está totalmente confirmado.
Cabe recordar que Can Lis, que debería ser considerada como una obra de arte, «como un Picasso», decía ayer el arquitecto Federico Climent, experto en la arquitectura de Utzon, no cuenta con protección patrimonial. Así lo recordó el Colegio de Arquitectos hace unos meses, cuando incluyó esta casa en un listado de edificios del siglo XX que se deberían proteger como Bien Catalogado (BC) o Bien de Interés Cultural (BIC) a fin de preservarlos tal como fueron concebidos por sus diseñadores. En este caso fue por un arquitecto que ha pasado a la historia por uno de los edificios más emblemáticos del siglo XX, la Ópera de Sidney (Australia).
De momento, no se sabe cuál será el futuro de Can Lis y si sufrirá reformas, lo que, aunque no supondría un delito al no ser un edificio catalogado, sí sería una pérdida cultural irreparable, ya que el edificio es considerado por los expertos como una obra de arte en su conjunto y lugar de peregrinación para arquitectos.
El alcalde de Santanyí, Miquel Vidal, dijo ayer a este diario que el Consistorio no había recibido petición de licencia para obras mayores, aunque hasta el lunes no puede confirmar si hay una solicitud para obras menores.