El número uno del mundo del tenis, Rafa Nadal, cumplió ayer cientos de sueños en el Trui Teatre de Palma. El primero, el de su abuelo Rafael Nadal Nadal, apoyándole a subir a un escenario mallorquín la ópera Brundibar, de Hans Krása; pero también el de varios cientos de niños que, además de disfrutar con este «cuento infantil musical», regresaron a casa con una firma o una fotografía con el reciente ganador del Trofeo Conde de Godó.
El maestro Rafael Nadal llegó puntual al estreno. «Hoy es un día muy especial», confesó el director, quien alabó el trabajo de los pequeños de la Coral Sant Josep Obrer-Vermells de la Seu: «Son modélicos y han hecho un gran trabajo a contrarreloj» para conseguir estrenar Brundibar ayer, único hueco en la agenda del tenista, que ahora se encuentra en plena temporada.
La familia Nadal al completo arropó ayer a sus 'Rafaeles' más populares. El tenista se mostró «muy contento» por su abuelo, «porque éste es uno de los proyectos que quería hacer. Sé que para los niños será una obra interesante», comentó a su entrada al teatro, donde recibió una gran ovación.
La obra, interpretada musicalmente por una quincena de músicos de la Jove Orquestra Balear, visitará la Catedral e itinerará por varios escenarios de la Isla este verano. A su presentación en sociedad asistieron ayer el president del Govern, Francesc Antich, y el alcalde de Manacor, Antoni Pastor, así como representantes de todas las empresas colaboradoras (Mapfre, Fundación ACS, Fundación Iberostar, Banesto y Ultima Hora- Grup Serra). Entre el público estuvieron la exgimnasta Elena Gómez, el nadador Xavi Torres o los actores Lina Mira, Miquel Fullana o Colau Cortés, y más de mil personas que descubrieron una historia cargada de mensajes escrita por Hans Krásar antes de ser fusilado en Auschwitz en 1944.