Coleccionistas, devoradores de cómics, aficionados o simplemente lectores a la búsqueda de antiguas novedades se acercaron ayer por la mañana al Claustre Sant Vicenç Ferrer de Manacor para disfrutar de la veintena edición de la Fireta de Llibres i Tebeos Vells, que reunió una amplia y variada oferta apta para todos los gustos y también bolsillos.
Miles de libros guardados bajo siete llaves despertaron de un largo letargo y vieron la luz. Las imprescindibles aventuras del Capitán Trueno o los superhéroes de siempre, Spiderman o Superman, se deslizaron entre las manos de los visitantes y muchos fueron destinados a otra vida, ya fuera como un ejemplar a añadir a una preciada colección o como un entretenimiento para un domingo cualquiera. En los libros la historia siempre se repite, por ello nunca mueren de viejos.
Este es el sexto año que se celebra en Manacor y como en cada edición tuvo un gran éxito. Miles de ejemplares se podían comprar repartidos entre 33 stands, cada uno de ellos con 82 metros lineales.
Los visitantes llenaron el Claustre a la busca de algún titulo en concreto. Hay algunos que son habituales y año tras año no faltan a la fiesta para ampliar su colección.
Uno de los vendedores, Jaume Bestard, ofrecía libros antiguos. «Eran otros tiempos, algunos tienen más de 50 años. A los coleccionistas nos definen dos características: o bien el vicio o la falta de memoria. Ello hace que seamos unos compradores compulsivos. Después al llegar a casa te das cuenta que ya tienes este ejemplar. Por ello nos dedicamos a venderlos para que otros puedan disfrutarlos».
La Fira está organizada por la Associació de Víctimes del Còmic y cuenta con el apoyo del Consell de Mallorca y el Ajuntament de Manacor. Uno de los atractivos de la Fireta fue la exposición del dibujante Pau. También a lo largo de la mañana hubo un concierto a cargo de Adela Ferrer, otro de Ensaïmada Malabar y cuentacuentos.
El objetivo es promover la lectura y fomentar la solidaridad voluntaria y habitual así como la interacción entre asociaciones culturales y entidades no lucrativas. La Fireta también tuvo su lado solidario. Se podían adquirir 1.000 puntos de libro de edición limitada a un euro y los beneficios son para la asociación APROSCOM de Manacor.