Primero como secretaria personal y después como esposa, María Kodama (Buenos Aires, 1945) recorrió el mundo junto a Jorge Luis Borges. El testimonio de estos viajes figura en El Atlas de Borges, una exposición que recoge más de un centenar de fotografías protagonizadas por ambos. Dos de ellas fueron tomadas en Mallorca, donde el escritor había pasado parte de su juventud.
-Cuando visitaron Mallorca, en los setenta, Borges llevaba 50 años sin pisar la Isla. Debió ser un viaje especial para él.
-Borges me mostró muy emocionado recorriendo el lugar. Quería que conociera dónde pasó su infancia y juventud. Aquí escribió su primer poema sobre el mar, que por supuesto hacía referencia a las aguas de Mallorca. Y desde entonces le llamaron 'el poeta del mar'. También recordaba con mucho cariño sus amistades, especialmente la de Jacobo Sureda. En Ginebra había entrado en contacto con poetas del expresionismo alemán y los dio a conocer entre los vanguardistas que trabajaban en Mallorca.
-¿Qué recordaba de la Isla que le cautivó?
-Borges recordaba que, de joven, no le gustaba que las chicas mallorquinas tuvieran que ir siempre acompañadas de su hermana o su tía. En Ginebra, donde pasó su infancia, eso no era así. Había más libertad y podían estar con los chicos tranquilamente. Para él fue una etapa linda y fructífera. Le fascinó la naturaleza y la calidez de la Isla.
-La exposición muestra que ustedes viajaron mucho. ¿Cómo cambia la experiencia del viaje cuando uno pierde la vista, como le sucedió a él?
-Borges dijo que hay distintas formas de viajar. Él tenía una formación y conocimiento que hacía que no sintiera que le faltaba nada.
-Obama con Nobel de la Paz y Borges sin el de Literatura. ¿Injusto?
-Yo no sé cual es el criterio. Supongo que no es exacta y exclusivamente literario. Si no, debería haberlo recibido. Pero nunca me pongo a pensar por qué realmente no nos lo dieron.
-¿Quizás porque no ocultaba su pensamiento político?
-Eso es lo que yo más amaba de él. Nunca se traicionó a sí mismo. Eso es lo más grande para un ser humano. Hacer lo contrario es lo más triste y degradante. Además, cada uno puede pensar lo que quiera... No vamos a ser todos de izquierdas o de derechas. En la variedad está la riqueza del mundo.
-¿Qué habría sido de usted sin Jorge Luis Borges?
-Sin Borges sería exactamente como soy. Habría estudiado, tendría mi título en Literatura, habría sido profesora. Sigo haciendo lo que siempre hice: enseñar. Esencialmente sería la misma.