Cuando aún resonaban los ecos de su última visita a la Isla, Manolo García regresó ayer para llenar a rebosar el Auditòrium de Palma. El cantautor desplegó el nutrido arsenal que compone su gira Saldremos a la lluvia, segunda parte, fundamentada en su último corte discográfico. Por supuesto, no olvidó los éxitos pasados que le han convertido en un artista imprescindible para los 1.700 seguidores que ayer presenciaron su actuación.
El músico salió al escenario solo. Así cantó las dos primeras canciones. Posteriormente se incorporó su banda, formada por seis músicos. En algunos de los temas contó también con el sonido de un violín, y una bailarina aparecía esporádicamente para animar el escenario "y al público, multigeneracional" con sus movimientos de danza contemporánea. Al fondo, una pantalla gigante se combinaba con las luces para complementar las melodías. Una vez más, no pasaron desapercibidas sus características bases de guitarra con tintes meridionales, ni la solidez rítmica que imprimen de forma poderosa el bajo y la batería, fundidas con su inconfundible registro vocal.
Siempre inquieto y con pleno control de sus facultades, once años después de su primera grabación en solitario "tras desmembrar el vínculo creativo que le unía a Quimi Portet en la indeleble aventura de 'El Último de la fila'", acumula una inspirada colección de temas. Ayer los lució, con un sonido compacto y vigoroso, en el Auditórium. Su actuación no fue directa a los hits.
Arrancó con Navaja de papel incluyó temas como Sobre tus pasos y Sobre el oscuro abismo en que te meces. No olvidó recordar temas del grupo con el que se convirtió en icono, como ¿Quién eres tú?, una canción que lleva dos décadas sonando.