ANA LARGO
Sa Llonja podría recuperar su cubierta original plana, tal y como la ideó el arquitecto Guillem Sagrera en el siglo XV y que se mantuvo hasta finales del siglo XVII, cuando fue sustituida por una inclinada, de cuatro aguas. Así lo reconoció el arquitecto Pedro Rabassa, quien dirije el proyecto de ejecución de las obras de restauración del edificio civil gótico.
Sin embargo, y por el momento, se procederá a la ejecución del proyecto del Ministerio de Fomento, ideado por Gloria Alcázar, a cargo de la UTE integrada por las empresas Llabrés Feliú y Restaurotec. «En principio, se va a seguir el proyecto, que contempla que la cubierta sea inclinada -como está en este momento-, aunque puede haber variaciones supervisadas, eso sí, por la comisión de seguimiento de la obra», afirmó el arquitecto, quien reconoció que «la decisión final la tendría la comisión».
Por ello, estudiarán si hay mejores alternativas para el techo. «La reforma de la cubierta es la fase más importante de la restauración del edificio y está menos decidido. Tenemos que estudiarlo y si no hay alternativa mejor, continuaremos con lo previsto», puntualizó Rabassa.
Siguiendo, de momento, el proyecto de Fomento, y con objeto de solventar los problemas de la cubierta, como las humedades, se desmontará el revestimiento de teja que está sobre la bóveda para sustituirlo por una cubierta de madera laminada forrada por láminas de cobre. «Es un sistema que resuelve con poco peso la impermeabilización», explicó el arquitecto.
La nueva cubierta contará en la base, y sobre el techo de las bóvedas, con una estructura nerviada plana integrada por unas planchas de aislante recubiertas de madera y cobre. Así, además, la carga se destinaría a los muros perimetrales.