La poesía española sufrió ayer la pérdida de uno de sus más distinguidos exponentes. El escritor y poeta asturiano Angel González (Oviedo, 1925- Madrid, 2008), autor de una extensa obra, gracias a la que consiguió ingresar en la Real Academia Española, así como premios como el Príncipe de Asturias de las Letras, o el Reina Sofía de poesía Hispanoamericana, perecía en Madrid, a los 82 años, al sufrir una grave crisis respiratoria.
Àngel González era uno de los principales miembros de la Generación del 50, en la que los autores incorporaron a la lírica española nuevas reivindicaciones sociales unidas a su preocupación por el lenguaje, en plena posguerra.
El maestro de la poesía en 1943 fue enviado a Páramo del Sil para recuperarse de una tuberculosis, lo que le sirvió para aficionarse a la poesía y comenzar a escribir sus propios poemas, que le convertirían en grande de la lírica.
Tras estudiar Derecho en Oviedo, en 1950 se instaló en Madrid donde comenzó a estudiar Periodismo. En 1956 publicó su primer libro, Aspero Mundo, antes de regresar a Madrid iniciando una estrecha relación con Juan García Hortelano, Gabriel Celaya, Caballero Bonald, así como con otros exponentes de la Generación del 50.
Ferviente admirador de otros autores como Juan Ramón Jiménez o Federico García Lorca, González se trasladó en 1972 a Alburquerque, en Nuevo México, en cuya universidad impartió clases.
En 1985 se publicó la edición aumentada de Prosemas o menos y le fue otorgado el Premio Príncipe de Asturias de las Letras.
Finalmente, en 1996, fue nombrado miembro de la Real Academia Española y le fue otorgado el Premio Reina Sofía de poesía Hispanoamericana. Con motivo del sonado reconocimiento recibido, se publicó una versión aumentada del libro que Emilio Alarcos Llorach escribió sobre el poeta y, posteriormente, se editó Luz o fuego, o vida por la Universidad de Salamanca y Patrimonio Nacional, con una amplia introducción de Víctor García de la Concha. Sus últimos libros se publicaron en 2000 y 2001, y fueron 101+19=120 poemas y Otoños y otras luces, aunque en el momento de su muerte, González se encontraba inmerso en un nuevo proyecto que queda ahora incompleto. Asimismo, el pasado mes de diciembre de 2007, fue nombrado Doctor Honoris Causa de la Universidad de Oviedo.
El director de la Fundación Premios Príncipes de Asturias, Graciano García, aseguró que «es un día triste porque ha muerto uno de los grandes poetas» españoles, que «cantó y defendió la dignidad del ser humano». Sin embargo, las condolencias a la viuda del maestro de la poesía, llegaron desde todos los ámbitos de la escena cultural española.