G.MAS/J.M.SASTRE|
Los fieles seguidores entrados ya en años no faltaron a su cita con los viejos roqueros que hicieron bueno aquello de que «nunca mueren». La Frontera y Los Rebeldes, con los incombustibles Javier Andreu y Carlos Segarra al frente, tomaron el parque de Felanitx y lograron reunir el sábado noche unas 6.000 personas, algo que ni Bustamante consiguió días atrás. Abrió la velada el también lóngevo grupo local Hijos de Matxín, que ante sus incondicionales de siempre pusieron las primeras notas de lo que a la postre sería una noche de rock and roll memorable. Sobre la una de la madrugada comenzaron a sonar los tambores y los sones del Oeste. La Frontera irrumpió en el escenario con «El Valle». El público se comenzó a calentar. A pesar del tabaco, Andreu mantiene la voz de siempre y ganó su particular duelo al sol con el público tirando de repertorio: «El Límite», «Judas el Miserable», «Juan Antonio Cortés», «Pobre Tahur», «Si el whisky no te arruina, las mujeres lo harán» o« Cielo del Sur», entre otras, completaron la actuación en que brilló como siempre el bajista Toni Marmota. El concierto tuvo un único inconveniente: duró poco más de una hora y los incondicionales echaron en falta algún tema mítico como, por ejemplo «Volverán los buenos tiempos».
Tras las pistolas, las balas y el paso por una de las barras del gran salón en que se convirtió el recinto, los asistentes regresaron ante el escenario para recibir a Los Rebeldes. Con su inconfundible sombrero, Carlos Segarra hizo bailar y cantar al público con sus canciones de siempre. Lo momentos más álgidos se vivieron con «Un español en Nueva York», «Mediterráneo», «Mi generación», «La Rosa y la Cruz», «Mescalina», «Rebeca» y la romántica «Bajo la luz de la luna». Tiempos añorados por muchos que volvieron a ver a sus ídolos sobre el escenario años después.
La cuarta verbena de las Festes de Sant Agustí vivió otro momento inolvidable con la entrada de los Inhumanos, que tras unos minutos de incierto subieron al escenario sus numerosos componentes. Como no podía ser de otras manera, y siguiendo el curso de la noche, deleitaron a los presentes con sus mejores éxitos como «Me duele la cara de ser guapo» o «Que difícil es hacer el amor en un simca mil». Para acabar la noche, y a pocos minutos de salir los primeros rayos de sol, la Latin 4 Orquestra, con su actuación, daba por finalizada la verbena más multitudinaria de las fiestas de Felanitx que junto con la de la Oreja de Van Gogh fueron las más celebradas.