J. NICOLAU
La Dirección Insular de Patrimonio ha abierto un expediente informativo después de que un vehículo de gran tonelaje provocara daños en la Síquia de la Font de la Vila. Este elemento hidráulico, que es un Bien de Interés Cultural (BIC) incoado y pendiente de declaración, no es la primera vez que sufre como consecuencia de las obras de ampliación de la carretera de Valldemossa.
Los daños se produjeron hace unos días cuando un camión pasó por encima de dicha Síquia hundiendo aproximadamente unos diez metros de su cubierta de doble vertiente.
Historia
Cabe destacar que esta cubierta es posterior a la estructura
original, de trazado islámico (s.X), y que parece que no ha sufrido
ningún daño. La parte que ha desaparecido está datada de principios
del siglo XX, cuando se decidió protegerla de la suciedad del agua
que todavía circulaba por este sistema hidráulico.
La directora técnica del control arqueológico, Lydia E. Larrey, fue quien comunicó al departamento de Patrimonio la noticia. Los daños, según explicó, podrán ser restaurados, como así lo ha solicitado la arqueóloga en su notificación.
Como se observa en las imágenes, sendas cañerías atraviesan la Síquia. Estos conductos se instalaron al construirse el campus universitario de la UIB con el único fin de dotarlo de servicios. En las mismas obras se eliminaron los bloques de marés que formaban parte de la maltrecha construcción.
El director insular de Patrimonio del Consell, Joan Josep Mas, explicó que no se descartan sanciones a la empresa concesionaria, además de la recuperación de este elemento. Este complejo sistema hidráulico, aún siendo de piedra caliza, abasteció de agua la ciudad de Palma, donde las numerosas mezquitas y baños que se habían construido necesitaban un importante caudal. Ahora, sus restos quedarán quizás definitivamente cubiertos por el asfalto del desdoblamiento de la carretera de Valldemossa.
Cabe destacar que de los tres bienes patrimoniales que se ven afectados por dichas obras, dos de ellos ya han sufrido daños. El primero fue el túnel d'en Bouvy, ya que a la hora de descubrirse su perímetro, la maquinaria topó con una cañería metálica y la dañó ligeramente, pero no tanto como la Síquia de la Font de la Vila.