La Associació de Veïns de sa Calatrava ha presentado, el pasado día 23, un escrito en el Consell Insular de Mallorca (CIM) en el que manifiesta su preocupación «sobre la compatibilidad de la construcción de un edificio con la aplicación de la legislación patrimonial histórica vigente». El documento se refiere al inmueble que se proyecta levantar sobre el yacimiento romano hallado en Bastió d'en Berard, edificación que está pendiente de la resolución del CIM, y sobre el futuro de los lienzos de la muralla medieval. La documentación de la Associació se fundamenta en dos informes solicitados a dos expertos sobre la muralla medieval. Uno de carácter técnico, obra de la arqueóloga Helena Inglada, y otro, histórico, firmado por Antoni I. Alomar. Los vecinos solicitan al CIM que en la próxima reunión de la Ponencia de Patrimoni Històric del CIM, que tendrá lugar el próximo 5 de abril, se valoren una serie de puntos en el nuevo proyecto de construcción que ha de presentar la empresa promotora del inmueble, Castellví-Inmobiliaria Perú, que firma el arquitecto Pere Rabassa.
Cabe recordar que en Bastió d'en Berard se proyectó un edificio de viviendas de alto standing. El suelo está dividido en tres solares y, de momento, el CIM sólo ha dado permiso para construir en el primero, donde la obra ya está muy adelantada. En el segundo y tercero han ido apareciendo muros de habitaciones; una construcción circular sobre la que, en principio se cree que es un horno, y una cantera. También se encontraron tumbas excavadas en la roca, con restos óseos, y una urna funeraria con ceniza denominada kalathos. Entre los materiales cerámicos, es importante una llumeta con decoración judía aparecida en uno de los muros. Todos estos elementos han sido datados, de momento, en época romana.
Los vecinos piden en su escrito que el yacimiento se «deje al aire libre, sin ningún tipo de nueva construcción encima que haga de 'paraguas protector'; que se apliquen al yacimiento las medidas de protección y consolidación de las estructuras y muralla medieval y que sean los técnicos competentes en la materia los que prescriban las medidas citadas por encargo de la administración responsable». Además, se solicita que se tenga en cuenta que «todo el conjunto arqueológico tomará la verdadera importancia que tiene y su disfrute óptimo con la separación física suficiente entre el edificio ya construido en el solar número 1, la muralla medieval y las estructuras romanas». José Ramón Sánchez Cuenca, presidente de la Associació, explicó ayer que «aunque no somos técnicos vemos con preocupación que se pueda construir, tal como estaba planteado, sobre los restos» y «pensamos que existe una incompatibilidad entre construcción y conservación, investigación y disfrute del yacimiento porque, como se está diciendo, si se trata de los primeros restos romanos fuera de las murallas, esto obligaría a reescribir cualquier información nueva que aparezca».