«Com un ventall». Bajo este epígrafe se presenta el segundo trabajo en solitario de Miquela Lladó, después de que en 1969 realizara su personal aportación como cantautora a la Nova Cançó Catalana con un mini lp con cuatro temas propios. Este nuevo álbum, publicado por Produccions Blau y que saldrá a la venta en diciembre, recoge algunas de sus creaciones más recientes, dentro de la línea de recuperación de la música mediterránea que ha caracterizado toda su obra realizada desde 1981 como vocalista de Música Nostra.
El estudio de grabación Hiroshima de Toni Pastor ha sido el escenario este verano de más de dos meses de trabajo. Con el apoyo instrumental de diversos músicos de la Isla y una harmonización muy actual, Miquela Lladó ha dado a luz un disco espléndido, realizado con exigencia y rigor, en el que se conjugan elementos técnicos y artísticos sin desmerecer las raíces y del que ella destaca su faceta más intimista. Otra característica fundamental de «Com un ventall» es la búsqueda incesante de formas expresivas nuevas, al amparo de la musicalidad específicamente mediterránea, pero con actualizadas reminiscencias de otras sonoridades como el blues, la copla, el fandango o la bachata.
Miquela Lladó ha dedicado este disco a «las emociones y los sentimientos». Ejemplo de ello es el tema que abre el disco, «A ses roses», fruto de la aleación de dos poesías de Maria Antònia Salvà; «Saler de Sol», una canción que «trata de cosas tan esenciales para vivir como la ternura, la alegría, la dulzura, los besos...»; o «Es color de s'Alegría», con todo la viveza del fandango. Asimismo, la espléndida voz de Miquela da un nuevo colorido a temas de otros autores como «Me'n vaig a peu», de Joan Manuel Serrat; «Pena Peneta pena», copla de Quintero-León y Quiroga, popularizada por Lola Florés, que Miquela ha adaptado al catalán; «Mai dones fer finit», poema de Miquel Àngel Riera musicado por Joan Bibiloni, o el magnánimo «Cant dels Ocells».