El Museu de Mallorca ha puesto en marcha un plan de reproducción de obras de su fondo que se presentarán la semana que viene en la novena edición de la feria Anticart, donde tendrá un stand. Las piezas formarán parte de los productos que se venderán en la tienda que abrirá el centro en su zaguán una vez finalizadas las obras de acondicionamiento. «Difundir las colecciones del museo». Este es el objetivo que se ha marcado la directora, Joana Maria Palou, con este programa, un aspecto de la oferta museística completamente abandonado en el centro. «Las reproducciones también implican un carácter didáctico porque al surgir de piezas de nuestro fondo el público puede conocerlas mejor, relacionarlas con un contexto», añadió. El dinero recaudado en la tienda, que gestionará la recién creada Associació d'Amics del Museu, revertirá a la propia institución.
Al frente del departamento de reproducciones se encuentra Francisco Rodrigo, autor de la publicación «Reproducció dels bronzes del Museu de Mallorca. Una experiència museogràfica». De sus manos han salido las primeras series, la de guerreros talayóticos y romanos y la de llumetes romanas e islámicas, en resina de poliester. Rodrigo, que ha trabajado en el montaje de las salas de prehistoria y protohistoria del museo y en las maletas pedagógicas que circulan por los colegios, explica el procedimiento: «Las hago mediante un molde de silicona, generalmente en dos piezas, y según el material del original debo utilizar un tipo de silicona distinto; lo más importante es el cuidado del original, no deteriorarlo». Las reproducciones de esculturas, que también serán en bronce, irán sobre una peana de marés y llevarán un certificado que autentificará que son copias surgidas del museo.
El programa no finaliza con estas figuras. En la fábrica de Menestralia se trabaja evidre bufat sobre modelos de jarras romanos. «En este caso, al ser cristal soplado, más que reproducciones son inspiradas en los modelos antiguos que tenemos», dice Palou. El «Tesorillo mozárabe», un conjunto de alhajas escondido durante siglos que se expone en el museo, también se reproducirá en oro; otros elementos de joyería procedentes de excavaciones tendrán su réplica en plata y platos de cerámica árabe que se exhiben en una de las salas serán encargados a una ceramista.