Marina Castaño, viuda de Camilo José Cela y presidenta de la fundación que lleva el nombre del escritor, estuvo ayer en Mallorca para establecer nuevos lazos y vincular a la Isla en el proyecto de dicha fundación, dedicada a difundir la obra y la figura del Nobel. Castaño se entrevistó con representantes de las instituciones y almorzó con el president Francesc Antich.
-¿Cómo se plantea retomar la relación de Cela con Mallorca?-Hace un año fui nombrada, por unanimidad de mi patronato, presidenta de la Fundación Camilo José Cela y la primera actuación que tuve como presidenta fue vincular de una manera activa a Mallorca con la fundación puesto que, no en balde, mi marido vivió aquí 32 años. Mi visita de hoy es para avanzar, todavía un poco más, en esta vinculación.-Me parece muy interesante. Cuando él falleció se habló desde distintas estancias, como la UIB, sobre que existían intenciones de retomar esas relaciones. ¿Viene a trabajar en esa línea?
-Sí, y por iniciativa mía. He venido a proponer la incorporación de un nuevo patrono mallorquín. Ya hay uno, que es Pere A. Serra, y la propuesta es a Llorenç Huguet, rector de la UIB y actual presidente de Sa Nostra.
-¿Por qué ha decidido usted mirar hacia
Mallorca?
-Porque me parece de sentido común. Mi marido vivió aquí la mayoría
de su vida; aquí escribió gran parte de su obra y Mallorca tiene
que estar presente; si la Fundación Camilo José Cela contiene todo
lo relativo a su vida y a su obra, Mallorca debe tener una
presencia activa y visible.
-Sí, no sé muy bien la razón de que sucediera eso, pero, ahora, desde que soy presidenta de la fundación, estoy demostrando mi buena voluntad. Aquí vendrán exposiciones de los fondos que tenemos en la fundación y la presencia de Cela en Mallorca seguirá viva y actual como cuando él vivía aquí.-¿Qué receptividad ha encontrado a sus propuestas. Han sido recibidas cordialmente?
-Absolutamente. Además, con quienes he hablado he tratado de impregnarles del entusiasmo con el que trabajo para la fundación y creo que lo he conseguido. Ahora voy a tener un buen almuerzo con el señor Antich y espero, también, obtener buenos resultados.-¿Ejerce una presidencia muy activa en la fundación?.
-Sí, estoy allí casi todas las semanas aunque vivo en Madrid, donde tengo mi trabajo y mi vida. Mi presencia en la fundación es constante y mi trabajo es muy activo, tomando decisiones, entrevistándome con la gente y viendo que haya una actividad constante. Desde que se terminaron las obras de las instalaciones, en octubre de 2001, -que mi marido pudo ver concluidas-, se inició una actividad muy importante con conferencias, exposiciones e incluso recitales, porque tenemos un paraninfo magnífico y apto para este tipo de actividades.-¿Cuáles son sus favoritas, en qué aspectos se incide más?
-Los fines son la difusión de la obra y el conocimiento de la vida del escritor, pero la fundación también es un centro cultural, de manera que tratamos de tener una actividad muy intensa a lo largo de todo el año. De hecho, en lo que va de 2003 hemos tenido una exposición sobre Luis Cernuda y su relación con mi marido; otra de manuscritos de Camilo José; habrá una sobre Rafael Alberti, Max Aub, Pío Baroja...