MIREIA BALASCH
Seis películas a la espalda, un Premi Nacional de Cultura de la
Generalitat y el reconocimiento de certámenes cinematográficos como
el de Berlín son la tarjeta de presentación de Agustí Villaronga en
el 50 Festival Internacional de Cine de San Sebastián. El
realizador mallorquín estrena el miércoles su séptimo largometraje,
la cinta documental «Aro Tobulkhin, en la mente del asesino».
Villaronga ya había participado en el certamen donostiarra en dos ocasiones. En 1986 su ópera prima «Tras el cristal» fue seleccionada para la sección Zabaltegui, paralela a la oficial, y en 1994 formó parte del jurado. «Pero eso no es lo mismo», aseguró. «Ahora estoy tranquilo, pero el miércoles no sé si dormiré».
Al estreno también asistirán los codirectores del filme, Lydia Zimmerman e Isaac Pierre Racine, además de los dos actores protagonistas, Daniel Jiménez Cacho y Carmen Beato. Villaronga espera que el festival «dé un buen impulso al filme» y «guste al público». Por eso cree que el argumento jugará un papel muy importante. «Es complejo y eso le otorga un gran misterio».
Con respecto al festival, el cineasta mallorquín destacó su espíritu. «Poco a poco se ha ido alejando del cine servil de los americanos y de la comercialidad para dar cabida a cines como el latinoamericano, que tiene muchas dificultades, tanto para hacerse como para llegar a la gran pantalla».
Otra cita de Villaronga con los festivales será en octubre, cuando «Aro Tobulkhin, en la mente del asesino» compita en el Festival de Cine Fantástico de Sitges.