«Yo soy pintor, pintor». Luis Feito (Madrid, 1929) defiende con fuerza el valor de enfrentarse «a la tela en blanco con cuatro brochas y un bote de pintura», prueba que ha ido superando hasta reunir, como se verá en el Solleric y la Fundació Miró, una obra no figurativa en la que predomina el rigor. Miembro fundador del grupo El Paso en 1957, contribuyó al vuelco que experimentó el arte español encerrado en estrechos límites franquistas. Hoy, desde un trabajo consolidado, llama la atención sobre la «supuesta innovación y tanto bullicio» instalado en el arte actual.
En una entrevista concedida a Ultima Hora y que reproduce hoy íntegramente nuestra edición en papel el artista Luis Feito afirmó que: «Todo lo que hago está entroncado con el pasado porque somos el producto de una tradición de miles de años. Tenemos que remontarnos a todo el arte oriental, egipcio, más de 2000 años. Tanto tiempo de familiarización, de estudio y vivencia de todas las civilizaciones me ha condicionado a que cree de cierta manera. El arte no es nunca original, siempre viene de alguna parte y va a otra; según las épocas se pueden ver ciertas coincidencias de mentalidad. He hecho pintura gestual, no quería hacer arte oriental, lo que sucede es que coincide con esa mentalidad de creación en la que el pintor intenta, en una pincelada, meter el cosmos y el mundo entendido como una entidad física y las personas que lo habitan».