Su timidez mallorquina y su aspecto de hombre de campo pervive aunque lleva cinco años en París, donde se ha instalado y creado una familia. Bernat Sansó, pintor, que en la última feria de Arco presentó una instalación con la galería de Ferran Cano, regresa cada año a su tierra, Felanitx, a empaparse de un contacto con la naturaleza que luego reinterpreta en sus telas. Este año, además, ha venido con su obra, que expone en la galería de Marieta Gual, en Cala D'Or.
Bernat habla despacio, bajito y poco. Pero cuando lleva un rato metido en faena las palabras sobre sus cuadros empiezan a surgir fluidas, como si necesitara palpar la confianza de quien tiene enfrente. «Manifest naturalista», título de la muestra, es un ejemplo de sus intereses plásticos, de su filosofía.
Sansó utiliza las formas naturales, «referencias paisajísticas impresionado por la naturaleza» y en sus pinturas se'cuela' un trazo lleno de fuerza, el graffiti, un gesto que acaba escapándose del cuadro y que entiende como «el acto primigenio, abstracto, de la creación, un componente que siempre he usado».