Mesas, bancos, reclinatorios, vidrieras, postigos, rejas y pomos, obra de Antoni Gaudí, conforman la exposición instalada en el edificio de La Pedrera, y que muestra que el arquitecto catalán, considerado uno de los padres del diseño industrial, concedía la misma importancia a la creación de un edificio que a la de un objeto pequeño. La muestra «Gaudí. Arte y diseño», que se podrá visitar desde del 18 de junio al 24 de septiembre, exhibe objetos originales, algunos de los cuales no se han visto nunca en público, procedentes de varias casas particulares de Barcelona, el Parque Güell, la Catedral de Palma y la capilla-panteón de Sobrellano, entre otros recintos.
La Catedral de Mallorca aporta a la exposición los objetos más espectaculares como una sombrilla basilical, en madera, bronce y tejido, o una enorme escalera plegable de madera policromada, hierro forjado y fieltro, para acceder al altar durante la exposición del Santísimo. También hay un banco para los oficiantes, un tintináculo, diversos taburetes para los actos litúrgicos, un bello faldistorio -silla utilizada por el Obispo en según que actos-, un atriles realizados en hierro y madera y dos vitrales.
«Gaudí otorga la misma importancia a un pomo de una puerta que a un gran edificio, parte del mismo razonamiento, del mismo principio de creación, no se puede hacer una disociación», explicó hoy el comisario de la exposición, Daniel Giralt- Miracle.
Las obras «muebles» de Gaudí se basan en la misma experimentación y lógica que sus diseños arquitectónicos, de modo que las sillas se adaptan a la estructura del cuerpo humano y los pomos y manijas de puertas y ventanas, realizados en latón dorado fundido, reproducen la forma que deja una mano al apretar un pedazo de arcilla, para que puedan ser asidos con facilidad. Según Giralt-Miracle, imprimía en sus diseños de muebles «la anatomía, la organicidad y el confort y eliminaba los elementos sobrante».
Antoni Gaudí llegó a Mallorca de la mano del obispo
Campins
El 27 de marzo de 1902 Gaudí visitó Palma por primera vez. Le traía
el obispo Campins y lo alojó en su casa. Ambos mantuvieron
acalorados debates sobre temas litúrgicos y arquitectónicos. En
aquella visita el arquitecto presentó sus proyectos para la Seu,
pese a que la junta eclesiástica no respondió hasta un año más
tarde. Aquella visita le sirvió para conocer a Ramon Llull, que le
influyó notablemente. Entre sus trabajos, además de los muebles,
eliminó el coro de la Seu, recuperando el gótico puro, abrió la
capilla de la Trinidad y facilitó el acceso a las tumbas de Jaume
II y Jaume III. También realizó un buen número de vitrales. Los
trabajos de Gaudí en la Catedral se prolongaron hasta el año
1904.