París es el marco donde se desarrolla la última novela del escritor holandés Jean Schalekamp, «El Dr. Freud ha vivido aquí», en la que el autor evoca su juventud en la capital francesa «tras huir de la Holanda calvinista a finales de los años cuarenta». El libro se inscribe en la línea de su anterior trabajo, «Sin tiempo para morir», una reflexión sobre su vida en Randa. Schalekamp espera que el volumen sea menos polémico que el dedicado a la localidad, que «no gustó a la gente del pueblo, cosa que no entiendo porque describí lo que veía, las personas y las conversaciones. Tal vez hubiera sido mejor cambiar el nombre de las personas».
El libro coge el nombre de una casualidad: el hotel en que el escritor se alojó cuando volvió a la ciudad en 1998 era «el mismo en el que estuvo Freud años atrás». Además, «estaba situado a pocos metros de la casa donde había vivido de 1949 a 1954». Schalekamp define la obra como «un documento autobiográfico en el que me desnudo del todo». Cuenta las dificultades que tuvo de adolescente para tirar adelante su vida, tanto sentimentales como económicas, «las mismas que tienen los jóvenes de hoy en día». «El trasfondo de la novela es el fracaso porque fui a París buscando una cosa que no encontré, pero no me arrepiento porque es la ilusión de buscar lo que ha dado impulso a mi vida y creo que también a la de los otros». No se trata de una novela triste o dura de leer porque «está escrita con un tono alegre e irónico».
La técnica más utilizada por el escritor es el flashback: «Cada recuerdo me evocaba otro y así construí una cadena entre presente y pasado». Una cadena a través de la cual se presenta como un adolescente «idiota y sarcástico». El volumen está publicado por Calima, editorial que intenta entrar en el Gremi d'Editors de Mallorca. Tolo Seguí, director de la firma, aseguró que «llevaremos el caso a los tribunales porque en 2001 pagamos la cuota y ahora nos dicen que no cumplimos ciertos requisitos». Seguí añadió que «si el problema es que no lo publiquemos todo en catalán que miren lo que han sacado este año otros editores como Miquel Font, que no llega a los tres volúmenes en catalán».