Los creadores baleares toman posiciones en Arco con una fuerza que, cada vez más, expande su obra fuera del circuito de galerías locales presentes en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo, en Madrid, que finaliza el domingo. Esta 21 edición deja constancia del interés de galeristas nacionales y europeos por los artistas isleños, que comenzaron a vender el día de la inauguración, y que año tras año van consolidando una posición en el mercado.
Bernardí Roig, Amador, Pep Sirvent, Ricard Chiang, Guillem Nadal, Jesús Cánovas, Santiago Picatoste, Joseph Heer, o Eugenio López, escultor menorquín, exponen en espacios alemanes, italianos, portugueses y daneses. A Joan Soler Rabassa le presentan Altair y Ferran Cano. Susy Gómez va con la prestigiosa galería madrileña Soledad Lorenzo; Joan Morey exhibe un par de grandes fotos con Luis Adelantado, de Sevilla; Ramon Canet muestra collages con Pilar Parra, también madrileña; Joan Bennàssar, con Trama; el felanitxer Bernat Sansó trajo su pintura desde París, un trabajo que destacó Joan Carles Gomis, que viajó a Arco en vistas a las obras que comprará Cort. «Recogemos los frutos de promoción de nuestros artistas, de presentarlos en ferias, el arte de Balears va a más», dijo el galerista Xavier Fiol.
«Es muy importante que este éxito se le reconozca también en las islas, que sean profetas en su tierra y que las instituciones se impliquen en la promoción». Fiol encuentra el Arco 02 más «serio y comprometido, no se ven tantas frivolidades como otros años y eso es muy importante para la feria, así como la consolidación del coleccionismo español, una realidad». Una edición que comenzó con muy buenas perspectivas de mercado «en una época especialmente complicada tras el 11-S», dijo Joan Guaita, quien aprecia en Madrid «que sigue la alegría y el espectáculo, ambos con mayúsculas, del arte».
De Ramon Canet a Paco Espinosa, con edades y obra muy diferentes, todas las generaciones de la vanguardia del archipiélago están presentes en Arco y en los distintos lenguajes: pintura, de la que en esta feria se ha visto un claro predominio; fotografía, que se consolida de una forma más calmada frente al furor de 2001; instalación, poca; escultura, que se mantiene, y nuevas tecnologías. «La plástica ha retornado», dice el joven mallorquín Santiago Picatoste, ahora en Madrid, que se estrena en la feria con Fiol. «Retorna la figuración y creo que en ello ha tenido que ver el escultor Juan Muñoz», fallecido en verano en Eivissa. Todo indica que corren buenos tiempos para el arte, de distinta nacionalidad, que surge en esta tierra.