Mucha gente paseándose por los alrededores, luciendo palmito algunos y otros mirando a estos cómo lucían. El concierto de Julio Iglesias reunió anoche en la plaza de toros a curiosos y espectadores por igual. Los primeros iban a disfrutar del espectáculo mientras que los segundos buscaban encontrarse con algún famoso. Un dato curioso. Los que pasaban de los cuarenta no fueron mayoría, puesto que un buen número de jóvenes les hicieron competencia.
Los rumores abundaron en los alrededores del Coliseo. Algunos decían haber visto entrar a Ana Botella, mientras otros se aventuraban todavía más allá y aseguraban que le acompañaba el presidente Aznar. Pero nadie pudo afirmar tajantemente que fuera cierto. La verdad no parecía encaminarse por esa senda, ni por la que apuntaba a que podría aparecer algún miembro de la Casa Real.
Sí se vio a Simoneta Gómez-Acebo y a su marido, Luis Fernández Sastrón, ella muy moderna, con camiseta y vaqueros, y él más clásico, con camisa a rayas y pantalones blancos; a Olga Bestard, esposa del agente consular de EE UU, junto a la princesa Birgitta de Suecia; a los propietarios del Casino, Lars y Kettylin Magnusson, y a la baronesa Carmen Thyssen, con un vestido azul con topos blancos, muy bien acompañada por su hijo, Borja.