ANDREU GOMILA - BARCELONA
El pianista mallorquín Agustí Fernández dirige el Festival de
Músiques Contemporànies de Barcelona. El músico acaba de recibir el
premio del festival Altaveu 2000 de Sant Boi de Llobregat por su
labor creativa al límite de la improvisación pianística. Sin
improvisar, este mes dirige por primera vez la parte artística de
dicho evento en el Auditori.
"¿Cómo se improvisa desde el piano?
"Igual
que con cualquier otro instrumento. En general, la improvisación es
un acto de creación instantánea, la composición de la música en el
momento en que la estás tocando. Y para ello, existe una historia
que comienza hace 50 años, con una gente que se ha dedicado a la
improvisación como método exclusivo de composición. Y también
tenemos un trasfondo estético, unas cosas que se deben conseguir a
través de ella. Es decir, no aburrir.
"Aunque mucha gente debe pensar que se improvisa cuando
no se sabe tocar Chopin, requiere de un gran dominio del
instrumento.
"La improvisación es una práctica
musical tan difícil como cualquier otra. Tocar música romántica o
música contemporánea o jazz o improvisar libremente, a un nivel
alto, es muy difícil. Y lo que se busca es desnudarte de todos tus
vicios y hábitos, y hacer que la música sea fresca, nueva,
espontánea, fluida y que tú seas un canal de energía musical por el
que pasa algo que se tenía que manifestar a través de ti. Dejas que
esto pase, ayudando con toda tu técnica, experiencias,
conocimientos, sentimientos y sentidos.
"¿Cuáles son los géneros musicales que más se avienen a
la improvisación?
"En el jazz de los años 60, cuando
se libera de las estructuras armónicas y melódicas, se encuentra la
base. Aquí la música tomó un camino que dejó de ser jazz. De
repente cambia y se enriquece, también gracias a las aportaciones
europeas, cansadas del sistema serial, y de las aportaciones del
rock de los 70, con nombres como Grateful Death o Frank Zappa. Son
gente que busca una música más libre.