Rafa Forteza debe a Pedro Colina la libertad de poder crear desde el anonimato. El segundo es heterónimo del primero, personaje salido de sus sueños de creación anónima. Conocimos su obra literaria como acompañamiento de las creaciones de otros artistas. Puso voz a obras de Pep Llambias y al mismo Rafa Forteza en varios catálogos de exposiciones. Ahora emprende un nuevo camino y nos presenta, desde hoy y hasta el próximo 4 de febrero en el Centre d'Art sa Quartera d'Inca, su obra pictórica, bajo el lema único de «Verticil·lat».
Las palabras de Biel Mesquida guían en esta ocasión al visitante a través de la obra de Colina. En el catálogo la obra plástica de uno y literaria de otro se confunden en lo que el propio artista califica como un objeto único. Gudi Moragues es la comisaria de esta arriesgada exposición, que recoge cincuenta obras del casi desconocido Pedro Colina realizadas entre 1997 y 1998. «No estaré en la inauguración "explica el artista" porque no me gusta tener qué explicar mi obra sino que cada uno la sienta».