El edificio que alberga el Conservatori Superior i Profesional de Música i Dansa de les Illes Balears, inaugurado el pasado viernes por el ministro Rajoy, ha sido valorado por distintos arquitectos, estudiantes y profesores de música de una forma generalmente positiva.
Al acto de apertura oficial del inmueble asistieron también el Conseller de Cultura i Educació, Damià Pons, el president del Govern de les Illes Balears, Francesc Antich y el director del centro, Josep Prohens. Entre los parlamentos oficiales, los profesores batieron palmas y sacaron pancartas reivindicando mejores salariales y la «funcionarización» del personal docente.
Polémicas aparte, el arquitecto José María García Ruíz opina sobre el nuevo conservatorio que «aún lo conozco poco, pero estéticamente me gusta. Creo que es un edificio con muchas cosas positivas. Creará una fuerza centrípeta en el barrio y sin lugar a dudas se convertirá en un lugar representativo de la ciudad». El técnico añadió que «tiene una fachada de color azul muy urbana, antivandálica, muy moderna y higiénica. Tiene una piel metálica que protege las ventanas y otra piel, propia de la obra. Y entremedio hay incluso un espacio vegetal. El edificio será un aglutinador de eventos sociales y culturales».
La arquitecta Joana Roca matizó que «sólo lo conozco por fuera.
Aún no me he detenido en analizarlo en profundidad, pero puedo
decir que me gusta».
Sebastià Gamundí, arquitecto de la Seu, reconoció no «haberlo visto
aún». Por su parte, el arquitecto Pere Rabassa señaló que «lo he
visto por fuera. Es un edificio singular y es producto de un
concurso muy bién organizado por el Govern Balear en el que se
presentaron unas 100 propuestas. Tiene una zona verde que lo hace
más atractivo y visible. Por lo que vi del proyecto, la variedad de
espacios y de luz puede ser muy atractivo».