Nunca se había visto en la sede de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) tanta expectación ante la presentación de un disco. Y eso que en los últimos años por allí han pasado algunos de los más grandes cantantes y grupos de la música contemporánea. Quien presentaba su disco no era ninguna estrella del rock, sino un, por el momento, aficionado a la música. Germán Burgos, portero del RCD Mallorca y de la selección Argentina, presentó ayer su disco «Jaque al rey», editado en España por Blau.
Germán Burgos quisó hablar sólo de música y, sin quitarse las gafas oscuras "no debía ver demasiado pues en el local había más bien poca luz" y ante una docena de micrófonos, Burgos hizo una encendida defensa de su calidad como músico y de su bana «Simpatía», con la que ha grabado el CD. «No somos una banda de pibes, mis músicos tienen una gran trayectoria profesional», aseguró el deportista metido ahora a músico. «En Argentina el disco recibió muy buenas críticas y yo creo que es muy bueno, sino lo fuera no estaría aquí. Además muchos músicos españoles han hablado muy bien de mis canciones y no tenían ninguna obligación de hacerlo. Si lo hacen es porque realmente les gusta», declaró.
Para este futbolista, el deporte y la música no tienen ningún paralelismo, aunque si manifestó que son sus dos grandes pasiones. «Ahora sólo soy un aficionado de la música. El fútbol tiene una edad limitada y, cuando el deporte se acabe, es muy posible que me dedique a la música, una actividad que puedes realizar incluso con 80 años», explicó.
Burgos tiene una estética que recuerda a los Rolling Stones, incluso, una de sus canciones "la que ha salido como single promocional" lleva por título «Será un Rolling Stone». El músico se declara un fan de este veterano grupo británico, aunque añade: «Es una banda con la que me identifico mucho, que me gusta. Pese a ello, tuve una oportunidad de conocerlos y no quise. Prefiero tenerlos en el póster, porque a menudo cuando conoces a las estrellas de la música piensas que van al baño igual que vos».