EFE - LISBOA
La cantante portuguesa Amalia Rodrigues, la mayor intérprete del
tradicional fado, conocida como «la voz de Portugal», falleció ayer
a los 79 años en Lisboa según informó su casa discográfica,
«Valentim de Carvalho». La popular cantante comenzó su carrera en
1939 y fue considerada la principal intérprete del país tanto bajo
la dictadura salazarista como durante los gobiernos democráticos
posteriores a 1974.
De familia humilde, comenzó a cantar de niña por los muelles del puerto lisboeta, debutando como profesional a los 19 años y no tardó en conseguir sus primeros éxitos con canciones como «Coimbra», «Lisboa antigua» y «Barco negro».
Rápidamente se dio a conocer tanto en Portugal como en otros países, su voz y su forma de cantar la convirtieron en «la reina del fado». La popularidad que adquirió internacionalmente y sus buenas relaciones con los salazaristas, no evitaron que con su interpretación «Grandola Vila Morena», la canción de la revolución, se ganara la enemistad del público de ambas ideologías, lo cual la obligó a retirarse temporalmente.