Eduardo Chillida fue el artista elegido por el galerista Pep Pinya para celebrar el 30 aniversario de Pelaires. La inauguración de la exposición conmemorativa reunió ayer en el Centre Cultural Contemporani de Via Verí a numerosas personas. El escultor vasco, que no viajó a Palma por motivos de salud "la gripe también hizo mella en él", estuvo representado por su hijo Pedro, su nuera Mamen y su manager, Gonzalo Calderón.
El público visitó la exposición, donde pudo contemplar lo que galerista y familiares de Chillida denominaron una representación muy «poética» de la obra del creador. La muestra está integrada por grabados, pequeñas esculturas en barro (lurras) y piezas de la serie «Gravitaciones», construcciones a base de papel. El patio de la galería quedó presidido por una escultura en hierro, prestada por la Fundación Bartolomé March. Pedro Chillida explicó que su padre es una persona «benevolente y lejana, muy metida en sus cosas», al que todavía le gusta exponer, a pesar de que cada año lo hace en varios museos del mundo. «Esta galería le parece una de las más bonitas de España, no obstante no vino porque ya no viaja tanto, necesita estar tranquilo para trabajar, porque a sus 75 años aún sigue haciéndolo». Por su parte, el galerista barcelonés Antonio Niebla, amigo de Chillida, le describió como «un número uno como artista y entrañable y humilde como persona».