FOTO: TERESA AYUGA
Todos estaban allí. El Auditòrium se llenó ayer hasta la bandera
para rendir homenaje a una de las voces míticas de la canción
española más popular, el cantante, músico y compositor Bonet de San
Pedro quien, como no podía ser de otro modo, derramó copiosas
lágrimas de emoción cuando, al hacer su aparición en la sala,
recibió una calurosa ovación del público. El acto congregó en el
escenario del Auditòrium a un buen número de artistas locales y
peninsulares que no quisieron perderse la ocasión de hacer feliz
por un día al autor de «Rascayú».
Presentado por Joan Frontera y Salvador Escamilla, el espectáculo fue una sucesión de amigos y compañeros del homenajeado que, además, cantaron las canciones que le hicieron popular a lo largo de su vida. Toda una concesión a la nostalgia, "la convocatoria se hizo bajo el título «Recuerdos»" para un público entregado desde el inicio en una noche en la que la mayoría de los asistentes vistieron sus mejores galas. Aprovechando el frío de finales de otoño, que arrecia con fuerza invernal, las señoras lucieron una amplia gama de pieles, lentejuelas, rasos y zapatos de alto tacón que confería al encuentro musical un aire de gran fiesta. Atuendo que no desentonaba con la elegancia de los caballeros, quienes ayer también vistieron sus mejores ternos y corbatas. Y mientras el público comenzaba a disfrutar con las primeras actuaciones, incluida la de Xecs Forteza, que no pudo evitar contar un chiste ligeramente subido de tono, en los camerinos reinaba un ambiente de camaradería. Salomé, Peret, Eugenio, Lorenzo González, José Guardiola, Tomeu Penya, Joan Bibiloni, Els Valldemossa, Luis Cobos, Rudy Ventura, Jaume Sureda, David Imperato, Montse Amor, Toni Obrador y Ricardo Ardevol o el ballet Poliforma esperaban su turno para salir a escena y acompañar a Bonet con unas canciones conocidas por todos.