La candidatura que el alcalde de Alcalá del Valle (Cádiz), Rafael Aguilera, ha presentado como alternativa a la que lidera Toni Valero para ser reelegido como coordinador general de IU Andalucía apuesta por «fortalecer» la federación de izquierda y «recuperar el protagonismo político» de la misma, de forma que sea «una herramienta efectiva al servicio de la clase trabajadora y los sectores populares», y rechaza promover confluencias con otras formaciones «a cualquier precio».
Son ideas que se pueden leer en el documento alternativo al documento político organizativo respaldado por la mayoría de la Coordinadora Andaluza que, de cara a la XXV Asamblea Andaluza de IU, se ha presentado, y que cuenta con el aval del 5,66% del censo de la organización.
El documento alternativo, consultado por Europa Press, se titula 'La izquierda social y política de Andalucía, volver al origen', se presenta con el «objetivo claro» de «fortalecer Izquierda Unida, recuperar el protagonismo de la militancia y consolidar un proyecto político con vocación de cambio», y quienes lo defienden avisan de que no se conforman «con resistir», sino que quieren «avanzar, construir una izquierda que recupere la iniciativa y marque el rumbo en la batalla ideológica, territorial e institucional».
«La historia nos exige determinación, liderazgo colectivo y una estrategia política que vuelva a ilusionar a quienes creen en la transformación social», se puede leer en el documento que sustenta una propuesta que «representa una IU que cuida a su militancia, que escucha a su gente y que trabaja por transformar Andalucía con determinación y audacia».
Así, quienes apoyan esta alternativa a la actual dirección de IU Andalucía reivindican la necesidad de una organización «fuerte, cohesionada y combativa» frente «a la precariedad, el expolio de nuestros recursos y el avance de la derecha».
«No podemos permitirnos ser espectadores de los ataques a nuestros derechos ni quedarnos en la resistencia», avisa el documento, que sentencia que «es el momento de avanzar, de construir una alternativa de gobierno desde la izquierda y de devolver la esperanza a nuestra gente». «Con unidad, compromiso y una militancia activa, Izquierda Unida puede y debe liderar la transformación de Andalucía. Es el momento de construir futuro», remacha la propuesta, que también apuesta por «pasar a la ofensiva».
Reclama una "autocrítica constructiva"
En esa línea, la candidatura del alcalde de Alcalá del Valle considera «imprescindible realizar una autocrítica constructiva» que permita a IU identificar sus «debilidades y reforzar» sus «fortalezas», y al respecto avisa de que «la desconexión con algunos sectores sociales, la falta de presencia en los conflictos laborales y la dispersión organizativa han limitado nuestra capacidad de incidencia política».
«Es hora de revertir esta situación con una organización más cohesionada, más presente en la calle y más efectiva en las instituciones», abunda el documento, que considera que, «en los últimos tiempos, la dirección de Izquierda Unida ha transitado contumazmente por caminos que no han servido para construir una confluencia de izquierdas realmente eficaz».
«Estos caminos de confluencia --continúa el documento-- se han caracterizado por asumir un papel secundario, el buenismo (siempre nos sacrificábamos los mismos en pro de la unidad) y, en definitiva, el sometimiento a la formación que estaba de moda (Podemos, Adelante y luego Sumar) dilapidando un capital político y una imagen pública hoy casi ausentes de la memoria colectiva».
Además, «también se ha debilitado mucho la organización», con una «pérdida de militancia e infraestructuras», según agregan desde la candidatura alternativa a la de Toni Valero, desde donde lamentan que IU Andalucía ha perdido «en los últimos seis años más de 1.100 militantes», así como subrayan que la federación sólo cuenta actualmente con «una diputada en el Parlamento de Andalucía» --dentro del grupo Por Andalucía--, Inma Nieto, de quien además ponen de relieve que no ocupa su escaño «por su provincia natural», que es Cádiz, ya que en las elecciones andaluzas de 2022 concurrió por Málaga.
Asimismo, en este documento crítico con la dirección de Valero se subraya que IU no cuenta actualmente con representantes en el Parlamento de provincias por las que la organización «siempre» había tenido «entre uno y tres diputados».
Andalucía no es "ejemplo de funcionamiento de una confluencia"
«Por todo ello resulta incomprensible que se cite Andalucía como ejemplo de funcionamiento de una confluencia que realmente no existe, aunque no se haya formalizado la ruptura en el Parlamento», continúa el documento alternativo, que, en cambio, considera que «puede decirse que se ha mantenido una posición digna en el ámbito municipal gracias a la implantación territorial de IU y, en la mayoría de los casos, gracias a la propia marca de IU por la imposibilidad de formar confluencias reales en el espacio local, salvo excepciones positivas donde satisfactoriamente IU lideró candidaturas de confluencias, como el caso de Puerto Real (Cádiz)».
Quienes respaldan este documento sostienen que «la clase trabajadora andaluza y la ciudadanía de izquierdas necesita de una fuerza política coherente, creíble y con propuestas ilusionantes de transformación social», y «es necesario desterrar viejos hábitos, de componendas cupulares, de mesas camillas y a eso llamarle confluencia, unidad o convergencia».
«Es necesario hablarle claro a la militancia y a la ciudadanía progresista, distinguiendo lo que es una coalición electoral de cara a las elecciones de lo que es la confluencia o configuración de una fuerza política nueva resultado de la superación de las existentes», se puede leer también en este documento, donde se cuestiona si es que «nadie se hace responsable de la debilidad y la pérdida de militancia de IU», y en el que se defiende que «la izquierda debe recomponerse y reorganizarse aprendiendo de las experiencias vividas especialmente en los últimos tiempos».
«Nuestra propuesta es clara: una IU que combine movilización y acción institucional, que fortalezca su estructura organizativa y que sea el espacio de referencia para todas aquellas personas que luchan por una Andalucía más justa y digna», sentencia el documento, que considera que «la unidad de la izquierda puede ser una herramienta para esta recomposición, pero no vale cualquier unidad ni a cualquier precio», y «la confluencia debe hacerse desde las bases y en un plano de igualdad atendiendo a la realidad de cada fuerza política, a su militancia real y a su implantación en el territorio».
La propuesta que se abandera en este documento apuesta así por «una política de alianzas que alumbre una mayor unidad de la izquierda alternativa», desde la premisa de que «los modelos de unidad --Unidad Popular, Adelante Andalucía, Unidas Podemos y Sumar-- que se han desarrollado no han sido positivos ni para la movilización ni para las elecciones».
En esa línea, advierten de que «si alguna formación política --Podemos o Movimiento Sumar-- pretendiesen tener un protagonismo mayor del que les corresponde, no debemos ser nosotros los que automáticamente nos sacrifiquemos». «Hagámonos valer», reclama este documento, que ante la posibilidad de que «no fuera posible la unidad real», aboga por darle «la palabra a la militancia, sin complejos y con radicalidad democrática».
En clave interna, finalmente, el documento apuesta por una IU «más amable, más cercana y humana», en la que «cada persona se sienta valorada y acompañada». «Necesitamos que nuestra propia casa sea un espacio democrático, abierto y donde todas y todos sintamos que nuestra voz cuenta», concluye la propuesta alternativa a la de Toni Valero para la XXV Asamblea andaluza de Izquierda Unida.