Bioparc València invertirá 64 millones de euros en la ampliación de sus instalaciones, un proyecto que incluye la recreación de la historia de la Ruta de la Seda, en la que València tiene «un papel clave», y las conexiones culturales de la ciudad con China y África a través de este «itinerario fundamental» en el desarrollo cultural, económico y etnográfico de la humanidad.
El objetivo del nuevo proyecto es que «los valencianos entiendan, comprendan y vean la maravilla cultural que tienen a través de la seda, que es parte intrínseca de la València actual, y que disfruten de su patrimonio».
Así lo ha expresado el director ejecutivo de la Fundación Bioparc, Fernando González, en atención a los medios de comunicación, este lunes, tras reunirse con la alcaldesa de València, María José Catalá, para abordar las diferentes fases del proyecto de ampliación.
En concreto, la iniciativa se divide en tres fases. La primera (El Camino de Copto), que ya está puesta en marcha, supone una inversión de 18 millones de euros y contará con nuevos recintos para «especies emblemáticas» africanas, naves y un nuevo tanque para peces y corales. Se espera que este recinto esté abierto al público a finales de 2027.
Esta ampliación de la zona africana del parque pretende realizar «una introducción a las rutas de la seda» y contar la ruta marítima, que para el director de Bioparc es «la más desconocida de ellas», y, dentro de esta, la que une China con África, que llegaba a Mombasa y a Zanzíbar. «Nosotros vamos a reproducir toda la naturaleza, los ecosistemas de esa ruta, que va desde Mombasa, en la actual Kenia, hasta Alejandría, atravesando Etiopía, atravesando toda la zona copta, entrando en Nubia y finalmente en el Egipto de los faraones», ha precisado.
Además de reproducir los ecosistemas y contar con los animales más significativos, también se diseñará una representación del Mar Rojo y se habilitará una zona de restauración muy grande basada en la ciudad de Stone Town en Zanzíbar. Para los niños y niñas se contará con una zona de juegos infantiles ambientada y con una granja etíope.
La segunda (Las alquerías), cuya realización se encuentra en el 40 por ciento del proceso de consolidación y cuyo importe asciende a dos millones de euros, consiste en la rehabilitación de las alquerías, que están dentro de los terrenos de la concesión. Estas infraestructuras mostrarán la obtención de los hilos de seda, su preparación y la influencia que tuvieron en la especialización de la ciudad en el procesado y manufactura de la seda.
«Las alquerías serán los espacios donde se podrá comprender el ciclo de las mariposas de la seda y cómo se obtiene el hilo mágico, se podrán observar telares y comprender la importancia histórica de la ciudad», ha señalado.
El jardín chino
Por último (El jardín chino), la tercera fase, ambientada en la China imperial y con un presupuesto de 44 millones, recreará un paseo por un jardín chino, donde se podrá disfrutar de diferentes actividades lúdicas y culturales. «Se decía que eran los más bonitos después de los jardines de Babilonia», ha subrayado González.
En el jardín chino se realizarán actividades distintas según la estación. Durante los meses de invierno se programará la ceremonia del té, mientras que en los meses de verano se podrá disfrutar de un paseo fluvial o de un vuelo en dragón por la «espectacular naturaleza» mediante realidad virtual.
Esta parte, la más amplia de todas, incluirá también un espacio dedicado al «tornaviaje», que cierra la Ruta por el Pacífico y Filipinas, en un recorrido en el que las manufacturas de València adquieren un papel capital. «El objetivo es acercar al público esta época histórica de un modo divertido, que permita disfrutar del patrimonio cultural valenciano y la importancia de la ciudad en el desarrollo cultural y económico de la humanidad», ha recalcado el director de Bioparc.
Sus promotores han destacado que, una vez concluidas todas las fases, que incorporarán el relato cultural como «elemento destacado» de carácter museográfico, se calcula un incremento de visitantes que podrían ser de medio millón más sobre las cifras actuales, lo que supondría casi duplicarlas (en estos momentos se registran más de 650.000 visitantes al año, más del 60% de ellos turistas internacionales y de otras regiones españolas).
El ayuntamiento "pisa el acelerador"
En esta línea, María José Catalá ha destacado la importancia de Bioparc València, al que ha calificado como «el mejor parque del mundo» y del que ha asegurado que es «un orgullo y un icono para la ciudad». La alcaldesa se ha mostrado «orgullosa» de que este «proyecto de éxito» pueda desarrollarse para finalizar la concesión inicial, que comenzó en el año 2008 y comprendía más zonas de expansión que «merece que el Ayuntamiento de València pise también el acelerador y facilite todo lo posible para su culminación».
La primera edil ha indicado que se está trabajando en la tramitación de la fase de ampliación, ya que esta última fase --cuyas actuaciones se efectúan junto al Parque de Cabecera, cerca de la avenida Pío Baroja-- requiere de unos trámites en el ámbito urbanístico porque se ha de modificar el distintivo de zona verde a recreativa.
«Para nosotros, reactivar la ciudad, atraer inversión, consolidar la inversión y, sobre todo, generar oportunidades en la ciudad ha sido siempre una premisa y, por tanto, vamos a dar luz verde con todos los informes oportunos, la tramitación oportuna que tenga que hacerse a esta ampliación», ha remarcado.
La alcaldesa ha destacado que este proyecto de futuro «va a completar Bioparc alineándose absolutamente con la historia de la ciudad» y que «se va a adaptar a sus peticiones de sensibilidad, vinculadas a la estima por la cultura de la ciudad y a la sostenibilidad con el medio ambiente», en cuanto a la reutilización y a la optimización de los recursos hídricos y en cuanto al desarrollo del territorio.
«Va a convertir el bioparque en uno que solo podría estar en València, explicando lo que somos los valencianos, lo que ha sido la importancia del comercio de la seda y vinculando la parte del parque de animales con la parte del centro histórico de la ciudad, donde está ya la parte comercial de la seda, que es la Lonja y toda la València del Museo de la Seda», ha concluido.