El alumnado de los Institutos de Educación Secundaria (IES) d'Albal, de la localidad del mismo nombre, 25 d'Abril de Alfafar y María Carbonell i Sánchez, de Benetússer, han vuelto este miércoles a la actividad lectiva en sus propios centros.
Se trata de los últimos centros educativos afectados por la riada del pasado 29 de octubre que faltaban por retomar las clases y que han podido hacerlo «una vez realizadas y concluidas las actuaciones de acondicionamiento necesarias para su reapertura». Así, todo el alumnado afectado por la riada ha retomado la actividad, subraya la Conselleria de Educación en un comunicado.
Después de que los equipos directivos señalaran que no iban a reabrir el lunes al «no contar con documentos que certificaran la seguridad» de las instalaciones, este miércoles la Conselleria señala que «los institutos cuentan con las garantías para el retorno a las aulas, tal y como recogen las actas de información técnica de la empresa Tragsa, ejecutora de los trabajos en primera fase de actuación en los edificios».
El conseller de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira, ha agradecido el trabajo «de los técnicos de la Conselleria, de Tragsa y Tragsatec, de los equipos directivos de los centros, familias, alumnado y toda la comunidad educativa ante una situación sin precedentes».
"todos han trabajado con un mismo objetivo"
Rovira ha destacado que en este mes y medio «todos han trabajado con un mismo objetivo, que es el retorno a la actividad lectiva con garantías de seguridad para el alumnado y los trabajadores de los centros».
Desde la Conselleria de Educación subrayan que «se ha trabajado desde el primer momento en buscar una solución para que el alumnado afectado pudiese recibir clases lo antes posible y con garantías bien en sus centros o provisionalmente reubicados o de forma online».
Asimismo, apuntan, a través de la Dirección General de Infraestructuras Educativas se están realizando las gestiones oportunas para dar respuesta a los centros más dañados, incluyendo la instalación de aulas prefabricadas en los casos en que sean necesarias.
Entre las primeras medidas que se tomaron por parte de la Conselleria tras la riada figuran la formación y estrategias de acompañamiento emocional para los afectados, así como la posibilidad de acogimiento extraordinario de los alumnos en otros centros.
En ese sentido, Rovira ha querido agradecer también «la respuesta de los centros que han acogido a estudiantes, permitiéndoles así recobrar parte de la normalidad».