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Galán defiende reglas claras, un marco respetuoso con la ley y valores compartidos para dar "estabilidad" a la inversión

Iberdrola y una treintena de empresas de Bilbao se adhieren a la Carta de Valores de la capital vizcaína

El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto (3i) y el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán (4i), durante la firma de la Carta de Valores de Bilbao, en Torre Iberdrola, a 16 de diciembre de 2024, en Bilbao. | David de Haro - Europa Press

| Bilbao |

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha afirmado, con motivo de la adhesión de la compañía a la Carta de Valores de Bilbao, que tener «reglas claras, un marco jurídico basado en el respeto a la ley y al Estado de derecho y unos valores compartidos» da «estabilidad y atractivo» para «invertir y generar bienestar y riqueza para todos».

Galán ha presidido junto al alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, la firma este lunes por parte de Iberdrola y una treintena de empresas de la Torre Iberdrola de su adhesión a la Carta de Valores de la capital vizcaína, a través de la cual se comprometen a potenciar, promover y mantener actitudes y comportamientos acordes a su espíritu y contenido.

Así, las empresas firmantes se suman a la defensa de valores como respeto a los derechos humanos, justicia social, igualdad entre mujeres y hombres, solidaridad, diversidad e inclusión, compromiso, sostenibilidad medioambiental, corresponsabilidad, convivencia, identidad, esfuerzo, confianza, creatividad, participación, honestidad, ilusión y salud.

A lo largo del mes de noviembre, el Ayuntamiento de Bilbao, en colaboración con Iberdrola y la Torre Iberdrola, ha realizado una campaña de difusión para animar a las empresas situadas en este edificio y a las personas que trabajan en ellas a sumarse a la Carta de Valores de la capital vizcaína. Además, la campaña se ha extendido a las personas que trabajan en el Centro Corporativo de Berroetea que Iberdrola tiene en el barrio bilbaíno de Larraskitu.

Este lunes representantes de una treintena de empresas han participado en el acto de firma de esta adhesión, que se ha desarrollado en la Torre Iberdrola presidido por Ignacio Sánchez Galán y Juan María Aburto.

Durante su intervención en este acto, el presidente de Iberdrola ha valorado la iniciativa del Ayuntamiento de Bilbao que pretende «dar protagonismo a valores como la solidaridad, la justicia, la igualdad, el compromiso con la palabra dada, o el esfuerzo». Así, se ha mostrado «muy orgulloso y muy satisfecho de esta iniciativa de la ciudad de Bilbao, donde nació hace 125 años» la compañía que preside, que ha estado «siempre aquí».

Sánchez Galán ha advertido en su discurso de que se viven «tiempos revueltos, llenos de incertidumbres», con «noticias todos los días de que los valores que nos han hecho llegar hasta aquí están siendo deteriorados, sustituidos, anulados o peores cosas todavía». «En este momento es muchas veces más importante cómo se cuentan las cosas, el llamado relato, que la realidad de los hechos», ha lamentado.

En este marco, ha advertido de que «una sociedad sin valores claros, sin reglas de comportamiento, solo basada en la desinformación, en la manipulación, es una sociedad abocada a la confrontación, a una pérdida de confianza, y eso acaba dañando al desarrollo económico y social de la sociedad».

Por contra, ha subrayado, tener «unas reglas claras, un marco jurídico basado en el respeto a la ley y al Estado de Derecho, y unos valores compartidos a lo largo de generaciones, da estabilidad y atractivo para invertir y generar bienestar y riqueza para todos».

Un poco mejor

Por su parte, el alcalde de Bilbao ha expresado su «emoción» por la evolución que ha tenido la iniciativa participativa Bilbao Balioen Hiria, con la que se busca, según han recordado desde el Ayuntamiento, que la capital vizcaína sea «conocida y reconocida no sólo por su importante proceso de regeneración, recuperación y transformación económica y urbana, sino también por sus valores».

El proyecto fue diseñado para crear un espacio de análisis, reflexión y trabajo colaborativo entre instituciones, entidades, empresas, medios de comunicación, grupos políticos y ciudadanía en general para fomentar y difundir un marco de valores compartido en la ciudad.

Como resultado, el pleno del Ayuntamiento aprobó en marzo de 2018 la Carta de Valores de Bilbao y, según ha admitido Juan María Aburto este lunes, ni «en el mejor de los momentos de este proyecto podía imaginar que se iba a llegar hasta aquí».

Según ha explicado, inicialmente se consensuaron 10 valores dentro del propio equipo de gobierno y, fruto de la labor en los distintos grupos de trabajo, «se convirtieron en 17 valores», a los que actualmente se vinculan las actuaciones del plan de mandato.

En palabras de Juan María Aburto, con la firma de esta treintena de empresas, Bilbao «es una ciudad un poco mejor» porque hay «mucha más gente comprometida con los valores». En este sentido, ha señalado que, mientras que «cada vez que hay una crisis económica» está convencido de que se va a superar«, considera que superar las crisis de valores es »más complicado« porque »se imbrican en el centro de nuestra forma de ser, de nuestra forma de pensar, de nuestra cultura, y cambiar eso resulta muchas veces mucho más complicado".

Por ello, ha apelado a que «cuanta más gente crea que son necesarios valores sólidos, valores fundamentales». A su entender, «en una sociedad cada vez más líquida, donde casi todo es efímero, donde todo pasa excesivamente rápido, donde no hay cosas que se mantengan, hablar de valores sobre los cuales podamos construir una sociedad, una comunidad, que realmente afronte el futuro con valores sólidos, es la mejor forma de afrontar el futuro».

El alcalde ha lamentado que se vive «un momento en el que hay un excesivo enfrentamiento en lo público» y ha advertido de que «poner en riesgo la política, el diálogo, la colaboración, es hacer un gran daño al mundo en el que vivimos». Así, ha reivindicado «una forma de hacer política que tenga que ver con estos valores y con una auténtica vocación de servicio».

Aburto ha incidido, finalmente, en la importancia de la colaboración público-privada y también de la colaboración público-pública, «muchas veces mucho más difícil que la público-privada».

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