La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha aprovechado su presencia en la Academia General Militar (AGM) de Zaragoza, con motivo de la apertura del curso académico 2024-2025 en los centros del Ministerio, para rendir homenaje a los 3.000 hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas que están en distintas misiones de paz en el extranjero en la actualidad, con «especial mención» a los 670 soldados de la Brigada Aragón I destinados en el Líbano, que están «siempre con la moral alta y dejando tan alto el pabellón español».
En su discurso de inauguración del curso académico, Robles ha señalado que ha hablado esta mañana con el general Guillermo García del Barrio, al frente de la Brigada Aragón, sobre la situación en el Líbano, después de las oleadas de explosiones de diferentes dispositivos de comunicación, como 'buscas' o 'walkie talkies' en un aparente ataque israelí contra miembros del partido-milicia chií Hezbolá, que se han saldado con al menos 32 muertos y más de 3.000 heridos.
Antes del acto solemne de apertura del curso, que ha sido transmitido por videoconferencia al resto de centros docentes de las Fuerzas Armadas, la ministra se ha reunido con el director de la AGM, el recién nombrado Prudencio Horche, y ha recorrido varias aulas de formación, acompañada por mandos militares de los tres Ejércitos --Tierra, Aire y Armada--.
En concreto, ha visitado la clase donde cadetes de primer curso estudian Psicología e introducción al liderazgo' y el laboratorio de electrotecnia de los caballeros alféreces de tercer curso. En la primera de las aulas ha transmitido a los alumnos que, en los seis años que lleva en el cargo, ha aprendido «a amar a las Fuerzas Armadas», en especial por sus valores. «Estáis en el mejor momento, acabáis de entrar ahora, pero que sepáis que habéis elegido bien», les ha felicitado.
Un total de 1.400 alumnos estudian en la AGM, que tiene como objetivo formar oficiales preparados para gestionar las distintas unidades del Ejército y ofrecerles herramientas para liderar equipos en situaciones complejas, a la vez que capacitarles para tomar decisiones con rapidez ante escenarios cambiantes, incidiendo en una elevada formación tecnológica.
España apoyará a ucrania "el tiempo que sea necesario"
La intervención de Margarita Robles ha estado precedida por una lección magistral del teniente coronel Roberto Moreno, jefe de la Unidad de Formación de Combate del 'Toledo Training Coordination Center', en torno a 'Los valores militares en la misión EUMAM UA', en la que las Fuerzas Armadas españolas han ofrecido instrucción a más de 6.000 combatientes ucranianos.
En este sentido, la ministra de Defensa ha reiterado que España «está firmemente comprometida con Ucrania y va a seguir estándolo el tiempo que sea necesario» porque «está luchando por los valores de libertad y de una sociedad más justa». Una apuesta «total y absoluta» por este país, tras la invasión rusa, que hace que la instrucción y la formación de sus soldados sea «tan importante».
Una instrucción, ha continuado, en la que se ponen de relieve los valores que propugnan las Fuerzas Armadas, que «nos hacen sentir orgullosos» y por los que se «elogia» el papel de España en las reuniones de la UE o la OTAN, lo que le hace sentir «satisfacción» no sólo como ministra de Defensa, «sino como española».
«Estáis en aquellos lugares más difíciles del mundo», ha afirmado antes de reivindicar la labor «a pie de calle» de las Fuerzas Armadas, entre las que ha destacado la «lección» que dieron durante la crisis sanitaria de la covid-19.
Son «situaciones tremendas» las que el mundo está viviendo en la actualidad, ha reconocido Robles, pero «donde hay una bandera española, donde hay un militar español, hay ese compromiso con la paz».
Así, ha subrayado que el Ejército es «una de las mejores opciones personales y profesionales» y ha animado a los cadetes a «seguir estudiando, trabajando con ánimo y con vuestros valores, que son insuperables».
Una misión distinta a todas las demás
En la lección inaugural, el teniente coronel Roberto Moreno ha desgranado los valores militares extraídos de la misión EUMAM UA, en la que, durante cinco semanas, ofrecían formación básica, especializada y sanitaria a combatientes ucranianos sin experiencia militar que posteriormente partían al frente.
Esta misión, según el teniente coronel, ha sido «distintas a todas las demás» porque les ha enfrentado «cara a cara» con la guerra, aunque fuera «en los ojos de otras personas».
En ese sentido, ha admitido que ha provocado una «cierta transformación» entre los efectivos españoles por la responsabilidad que tenían de que el rendimiento en combate de sus pupilos ucranianos, o incluso su propia vida, dependían de esta formación.
A ello ha sumado el «orgullo» que han sentido por formar parte de algo «importante y trascendente». «Basta verlos presumir de los progresos de los ucranianos a su cargo», ha expresado, lo que ha generado «compañerismo», «camaradería» y muestras de agradecimiento por parte de estos últimos.
Moreno ha insistido en que los militares españoles a cargo de esta instrucción «se están dejando la piel» y que, además, esta misión ha supuesto un «excelente medio» para transmitir la cultura de defensa y el compromiso de España y de sus Fuerzas Armadas.
Los ucranianos muestran "el verdadero sacrificio"
En cuanto a los combatientes que han recibido esta instrucción en Toledo, ha destacado su «verdadero amor a la patria hasta las últimas consecuencias», que han demostrado al pasar de «una vida similar a la nuestra» a, «de un día para otro», alistarse en su ejército para defender a su país ante la invasión propiciada por Rusia.
«Ellos conocen el verdadero significado de la palabra valor», ha remarcado Moreno, quien ha aludido también a que los soldados ucranianos son conscientes de que combaten en unidades con unos porcentajes de bajas «altísimos», pero siguen estando «orgullosos» y «dispuestos a pelear».
En sus palabras, los ucranianos muestran cuál es «el verdadero sacrificio», ya que la mayoría no tenían experiencia militar previa, pero aprovechaban su formación «hasta el último minuto». Como ejemplo ha puesto el de una combatiente, que conoció en Toledo que su hermano había fallecido en el frente de Jersón y que «no desfalleció» y continuó con su instrucción «con más fuerza si cabe».
A estas características ha añadido la entrega y la disciplina de estos militares, entre los que se incluían antiguos empresarios, agentes de publicidad, tractoristas, mendigos o presidiarios, que pasaban a ser «todos soldados», igualados «de la mejor forma posible» en torno a la milicia.
Por último, el teniente coronel ha ensalzado el «verdadero compañerismo» de estos soldados ucranianos que, «grandes como armarios», lloraban «como niños» al despedirse de los militares españoles.
Por todo ello, ha mostrado su orgullo de que «en un momento decisivo, nuestro país se mantuvo en el lado correcto de la historia», en referencia al apoyo a Ucrania frente a la invasión rusa.