El Gobierno de Aragón ha lamentado públicamente la falta de información y atención por parte del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible a los municipios afectados por el corte del tramo Congosto de Ventanillo-Campo (Huesca) de la N-260, previsto para el próximo 2 de septiembre.
Según el Ejecutivo autonómico, «los ayuntamientos afectados siguen esperando respuesta a las demandas trasladadas en su día para retrasar durante dos semanas estas actuaciones».
Desde el Departamento de Fomento, Vivienda, Logística y Cohesión Territorial del Gobierno de Aragón, se ha manifestado también el malestar por esta actitud y por la «nula comunicación» con el Ejecutivo autonómico para poder coordinar actuaciones que aminoren al máximo las afecciones que provocan este tipo de obras.
Han considerado que la «lealtad y la colaboración institucional» debe imperar en las relaciones entre ambas administraciones y en este caso «ha brillado por su ausencia».
Asimismo quieren dejar constancia de que el cierre temporal de la N-260 en ese tramo tiene aparejadas una serie de consecuencias que no se pueden desdeñar. «Se verán afectadas también carreteras autonómicas, deberíamos haber trabajado conjuntamente en definir y analizar los flujos de tráfico, es fundamental acometer refuerzos de señalización y también poner en marcha medidas para garantizar la seguridad ante el exceso de tráfico que se va a producir en otras vías», han incidido.
A ello han sumado que obras de este calado, que suponen el cierre de una vía de comunicación fundamental, requieren una «intensa campaña de comunicación» a ayuntamientos, asociaciones empresariales y comercios. En contraste con ello, han criticado, ha imperado la «ley del silencio».
Importancia del turismo
El Gobierno de Aragón ha asegurado que ha recibido en las últimas horas un gran volumen de quejas por parte de los habitantes del territorio porque «las afecciones que va a provocar el cierre de este vial de acceso al valle de Benasque van a ser cuantiosas», ya que el flujo de visitantes que visita este enclave de la provincia oscense todavía es numeroso.
Por esa razón, han insistido en la necesidad de «escuchar al territorio», que reclama «con toda la razón» que las actuaciones se pospongan durante unas semanas para que no se produzcan más problemas a los visitantes y vecinos, además de provocar un efecto desincentivador para los que tienen previsto visitar esos municipios, llevándoles incluso a desistir ante los problemas en los desplazamientos.