El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Felix Bolaños, ha asegurado este martes sobre el itinerario legal que tendría por delante la aplicación del acuerdo entre PSC y ERC para la financiación diferenciada de Cataluña que «la implementación tiene que venir de la mano del diálogo; primero, entre gobiernos, Gobierno de España y el nuevo gobierno socialista de la Generalitat; también entre grupos parlamentarios si hay que acometer alguna reforma legislativa y, por supuesto, también diálogo entre comunidades autónomas».
En declaraciones a los medios de comunicación Níjar (Almería) junto al ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, atienden a los medios tras visitar las obras del Viaducto Barranco del Cebollero de la línea de alta velocidad, Bolaños ha sostenido, frente a las críticas generalizadas por las implicaciones que tendría en la solidaridad un modelo de financiación catalán que imitaría el rendimiento del Cupo vasco, que «los gobiernos socialistas siempre tenemos como objetivo prioritario la solidaridad y la cohesión social y territorial de nuestro país».
Con esos parámetros ha indicado que «se hará el diálogo para llevar a cabo los acuerdos que han dado lugar a la investidura de Salvador Illa», antes de insistir en ese diálogo con múltiples actores «siempre sobre la base de dos principios: el principio de autonomía financiera y el principio de solidaridad».
Más allá de cómo poner en marcha el acuerdo PSC-ERC sobre financiación de Cataluña, Bolaños ha situado la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat y la conformación de un nuevo gobierno en Cataluña como «la noticia más importante de la última década en Cataluña».
Esa afirmación la ha sustentado en el hecho de «abrir una nueva etapa donde lo prioritario serán los problemas de los ciudadanos», una aspiración genérica donde ha incluido «ocuparse de la sanidad, de la educación, de los servicios sociales, de las infraestructuras», por cuanto ha esgrimido que «fomentar esa cohesión territorial y esa cohesión social que los gobiernos socialistas siempre fomentamos».