El director ejecutivo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), Ángel de la Fuente, ha advertido este lunes que uno de los efectos de establecer un modelo de financiación para Cataluña que imite el funcionamiento del Concierto Económico del País Vasco como sugiere el acuerdo de PSC y ERC para la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat de Cataluña y se ampliara también a otras regiones como Madrid supondría que «aumentaría muchísimo la desigualdad», de manera que «la financiación de Extremadura o Andalucía se quedaría muy por debajo de Madrid o Cataluña».
«Ahora hay pequeñas diferencias, pero esas diferencias se convertirían en muy grandes», ha continuado argumentado De la Fuente durante una entrevista con Canal Sur Radio seguida por Europa Press.
«Si generalizamos el sistema y cada uno recauda todos sus impuestos o hay pequeños ajustes y transferencias al Estado, lo que pasará es que cada palo tendrá que aguantar su vela, o sea, que cada comunidad autónoma tendrá básicamente los ingresos que genere», ha precisado sobre el alcance que tendría para el conjunto de las comunidades, a las que obligaría a buscar ingresos que dejarían de venir de mecanismos que reparto de recursos para financiar los servicios públicos.
«Es un modelo de país que a la mayor parte de los españoles no nos guste nada», ha precisado.
«Generalizar el café para todos las cuentas no saldrían», ha indicado en ese sentido «si Madrid se sumara, si Madrid sale de la caja común», por cuanto «los que ahora contribuyen desaparecían y habría muy poco que repartir», escenario que conduciría a «un ajuste a la baja del resto de comunidades».
El experto en financiación autonómica ha reconocido que «las cantidades exactas son difíciles de aproximar» para ponerle número a una menor contribución catalana a la financiación común aun cuando ha señalado que de fondo «hay una idea clara de reducir la aportación a la caja común del Estado», de manera que ante ese escenario «quedará menos y habrá que ajustar por algún sitio», lo que supondría que las comunidades autónomas se verían empujadas a «subir impuestos o reducir el gasto».
En ese sentido, sobre las diferentes cifradas aportadas por los partidos independentistas catalanes o el propio Gobierno de la Generalitat en funciones del alcance del déficit de financiación de Cataluña, ha aventurado un cálculo para indicar que esa contribución de Cataluña se reduciría en «seis mil millones y pico al año», cantidad de la que ha inferido que «es mucho dinero, pero tampoco es para deshacer el Estado de un día para otro», aun cuando es obvio que habría «un aumento de la financiación per cápita neta de Cataluña y un recorte apreciable en la financiación del resto».
De la Fuente ha considerado que «casi todo es sostenible», por lo que ha querido desdramatizar las consecuencias de establecer un modelo en el que Cataluñe recaude el 100% de los impuestos generados en su territorio y haga a posteriori una contribución solidaria.
«No vamos a tener que cerrar el Estado del Bienestar», ha afirmado el también científico titular en excedencia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que ha reconocido que cómo se ejecuten esas prestaciones en cada territorio «se deteriorara, la calidad se deteriora», aun cuando ha instado a considerar que «no es blanco y negro, no es Estado del Bienestar sí o no».
Tras calificar el modelo foral de financiación de País Vasco o Navarra como «una cosa muy rara que no existe en ningún sitio» y que se propició como «fin de las guerras carlistas» además de que en «la práctica han dejado de contribuir a la solidaridad», se ha mostrado contrario a «una mutación constitucional encubierta» por el hecho de que un acuerdo para formar un gobierno regional «nos cambien el sistema», en alusión al desenlace para la investidura de Illa como presidente de la Generalitat.