El representante institucional del PNV ha afirmado que, a partir de la celebración del Alderdi Eguna del próximo 29 de septiembre, la formación jeltzale afrontará un «proceso regenerativo» con «nuevas ideas, estructuras y dirigentes». Se trata, según ha asegurado, de «impulsar un nuevo PNV», después de «pasar la ITV».
Mediavilla se ha referido, de esta forma, en un artículo de su blog, recogido por Europa Press, al proceso de seis meses que abordarán los jeltzales a partir del Alderdi Eguna, para culminar en la Asamblea General de 2025, tal como anunció el pasado 31 de julio el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, en el acto conmemorativo del Día de San Ignacio.
El dirigente del PNV recuerda que su partido «ha ido revalidando la confianza de la sociedad vasca durante más de cuatro decenios», que tuvo su culmen en 2016, «cuando mayor poder acumuló como resultado del éxito electoral».
Sin embargo, destaca que «ese éxito creciente se amortiguó a partir de 2020». «Con la llegada de la pandemia mundial todos los partidos con responsabilidad de gobierno sufrieron las consecuencias de un periodo de incertidumbre y de sufrimiento inédito e estos tiempos. Y el PNV no ha pasado indemne del cambio de paradigma de una ciudadanía que ha agudizado su sentido crítico y que, cada vez más exige respuestas inmediatas a sus necesidades individuales por encima del bienestar comunitario colectivo», señala.
También considera que han afectado «la globalización, la comunicación sin límites a través de las redes sociales, el envejecimiento de la base activista y la 'fatiga de materiales' de una estructura pensada en otros tiempos y en otras necesidades».
Koldo Mediavilla también cita «la transformación de organizaciones tradicionalmente antisistema en partidos 'blancos', a imagen y semejanza del PNV, sin responsabilidades de gobierno que exigir y con un discurso adanista de que 'todo empieza ahora'».
Renovarse
A su juicio, todo ello «ha colocado a los jeltzales en un complicado porvenir donde o se renueva o corre el riesgo de retroceder en su liderazgo histórico».
Sin embargo, destaca que, «pese a los toques de atención que el electorado le ha proporcionado, el PNV sigue a la cabeza del país, con un nuevo lehendakari recién elegido, con tres gobiernos forales en su poder, grupo parlamentarios decisivos en Madrid y eurodiputada en Estrasburgo».
«En algunas ocasiones el viejo partido ha parecido un partido viejo. Ha avanzado arrastrando los pies y se ha incorporado tarde a cambios tan sustanciales e imprescindibles como la igualdad de género con la incorporación de la mujer a los ámbitos decisorios de los cuadros jeltzales. Pero, superada esa carencia, restan aún ámbitos de mejora que necesitan ser abordados», admite.
Mediavilla reconoce que su partido «necesita pasar la ITV, Actualizar y ratificar sus principios doctrinales y presentar un perfil socioeconómico y cultural acorde a los nuevos tiempos».
«El PNV necesita encontrar un nuevo punto de equilibrio interno que le haga ágil, eficaz en las decisiones y, al mismo tiempo, que tenga una comunicación fluida y rápida con su base militante para que desde medios ajenos no interfieran en el necesario diálogo interno», remarca.
Nuevas ideas y dirigentes "con nuevos bríos"
Para hacer frente a este reto, afirma que necesitan «nuevos equipos humanos que piloten el cambio», como «alderdikides que lleguen con nuevos bríos, nuevas ideas y con ganas de servir a una organización creada y formada para la libertad de Euskadi y el bienestar de su gente».
Es por ello, tal como remarca, por lo que el EBB ha determinado que, pasado el próximo Alderdi Eguna, «el reloj de una nueva Asamblea General comience a correr, y en un plazo máximo de seis meses, desarrollar todo un proceso regenerativo que impulse un nuevo PNV, con nuevas ideas, nuevas estructuras y nuevos dirigentes».
A su juicio, más allá de las nuevas caras, «lo trascendente en este momento es la unidad interna, la claridad de ideas y el compromiso de seguir siendo fieles» a su «compromiso con Euskadi, un compromiso que se encarna en un instrumento centenario, el PNV».