El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha propuesto subir «todavía más» el tramo local de la tasa turística a los cruceristas que pasan menos de 12 horas en la ciudad.
«El tramo local ya lo hemos subido al máximo, 4 euros, y ahora un crucerista de paso paga en total 7 euros. Queremos subir todavía más el tramo local de la tasa turística al crucerista que pasa menos de 12 horas en Barcelona», ha defendido en una entrevista publicada este domingo en 'El País' y recogida por Europa Press.
De esta manera, plantea incrementar «sustancialmente» la tasa a los cruceristas de escala, destopando el tramo local de la tasa turística, a través del Parlament de Catalunya.
En declaraciones posteriores, en la fiesta de reapertura del Port Olímpic, Collboni ha anunciado de que solicitarán al nuevo Govern de la Generalitat y Parlament que autoricen esta subida.
«Queremos que sean los propios visitantes los que sufraguen los costes que tienen para la ciudad ese uso intensivo del espacio público, de limpieza, de seguridad y de orden público», ha declarado en una atención a los medios.
Tras ser preguntado por la posible cuantía de esta tasa, ha admitido que aún no lo han valorado, aunque también ha asegurado, en la misma entrevista, que ya tienen estudios sobre el precio diario que tendrían que pagar este tipo de cruceristas «con la idea de que paguen lo que vale estar en la ciudad».
«Lo que no queremos es una manera de hacer turismo que entre en contradicción con vivir en la ciudad porque va en detrimento del derecho a la vivienda y que expulsa cada día a gente joven de clase media», ha añadido en la entrevista.
Sobre una reducción de número de cruceristas y de alguna terminal del Puerto de Barcelona, ha afirmado que hay que esperar al cambio de gobierno en Catalunya y al nombramiento de nuevos responsables del Puerto: «Vamos a esperar para abrir conversaciones.»
Pisos turísticos
Tras ser preguntado por la posibilidad de que el decreto de la Generalitat quede tumbado y no pueda anular las licencias de pisos turísticos, Collboni ha remarcado que «el plan es blindar jurídicamente desde la normativa urbanística» y no contempla que el Tribunal Constitucional tumbe dicho decreto.
Ha reiterado su determinación a «ir hasta el final» con la prohibición de los pisos turísticos en 2028, y ha reivindicado que la intención es anular todas las licencias en edificios enteros, oferta que también tienen algunos hoteleros.