Las obras de reurbanización de La Rambla de Barcelona han descubierto restos de un tramo de la muralla medieval y un portal de entrada a la ciudad en la actual plaza del Teatre, ante el Teatre Principal.
Estos restos corresponden al cierre original de La Rambla, construido entre finales del siglo XIII y mediados del XIV, informa el Institut de Cultura de Barcelona (Icub) este jueves en un comunicado.
Las obras han permitido documentar un tramo de la muralla medieval de mediados del XIV y se trabaja para documentar uno de los portales de entrada a la ciudad: el Portal de Trentaclaus o dels Ollers, situado en la actual calle Escudellers, que cruza la plaza del Teatre.
Por motivos de viabilidad, como el arbolado y el tráfico, estos trabajos se harán en diversos tramos, y, pese a que se trata de un tramo pequeño y poco visible, la muralla conserva hasta 3 metros de altura.
Según la información histórica y arqueológica, en 1285, durante una confrontación con Francia, el rey Pere II ordenó la fortificación de Barcelona con muros de tapia y torres de madera, excepto la parte de mar.
Finalizado el conflicto, el Consell de Cent asumió la labor de fortificar la ciudad, convirtiéndose en la primera gran obra pública a cargo de esta institución, y el entramado defensivo incluyó portales ya existentes como Boqueria, Portaferrissa o Jonqueres.
La Rambla formaba parte de este perímetro amurallado a principios del siglo XIV, que incluía zonas como las actuales plaza Catalunya, plaza Urquinaona, paseo de Sant Joan, Arc de Triomf y Parc de la Ciudadella.
El Icub ha señalado que estos hallazgos aportan «información valiosa» sobre la historia de Barcelona y enriquecen el patrimonio cultural y arqueológico de la ciudad, ofreciendo una visión más detallada de su evolución histórica.