Cooperativas Agro-alimentarias de España ha remitido este jueves una carta a la Interprofesional Española de la Naranja y la Mandarina (Intercitrus) en la que comunica la decisión de causar baja voluntaria como socia de la organización, en aplicación del acuerdo alcanzado en su Grupo de Trabajo de Cítricos, ratificado este miércoles por su Consejo Rector.
Según el presidente del Grupo de Trabajo de Cítricos de CAE y presidente de Federació, Cirilo Arnandis, la razón es «la situación de bloqueo a la que se ha llegado, ante la imposibilidad de acordar en el seno de la interprofesional la homologación de un contrato de compraventa y el relanzamiento de la actividad promocional, clave en un momento de acusado descenso del consumo de cítricos».
Para Arnandis, «esta es una decisión difícil pero necesaria, que adoptamos con espíritu constructivo y con la firme voluntad de seguir colaborando con todos los actores del sector en cualquier cuestión que sea beneficiosa para la citricultura española».
Tal y como indican los estatutos de la interprofesional, tras el envío de la carta solicitando la baja voluntaria se abre un periodo de dos meses hasta que sea efectiva, un tiempo en el que las cooperativas «podrían reconsiderar su postura actual», ha indicado la entidad en un comunicado.
Si esto no sucediese, el presidente de Federació manifiesta «el deseo de que exista una dinámica positiva de debate y reflexión entre todos los eslabones de la cadena, que permita el avance del sector en cuestiones clave como la innovación, el seguimiento de los mercados, la apertura de opciones comerciales en terceros países, la adaptación a la creciente presión que ejerce el marco normativo vigente o la búsqueda de la triple sostenibilidad de la actividad: económica, social y medioambiental».
Desde Cooperativas Agro-alimentarias de España se ha informado también de esta decisión al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, mientras que por parte de Cooperatives Agro-alimentàries de la Comunitat Valenciana se ha puesto en conocimiento de la Conselleria de Agricultura, Ganadería y Pesca.
En esta línea, han subrayado que se trata de una decisión, «consensuada y meditada», que desde el sector cooperativo se considera «tan frustrante, como inevitable» y que se plantea «no como un punto final, sino como el principio de otra etapa».