Save the Children ha advertido este jueves que los jóvenes andaluces están expuestos a varios riesgos cuando navegan por internet y ha alertado que el 70% de ellos han encontrado contenido pornográfico sin buscarlo, así como uno de cada tres adolescentes ha contactado con desconocidos a través de la red.
Estos datos se extraen de un informe publicado por Save the Children donde se analizan los derechos de la infancia y la adolescencia, así como, su protección en el entorno digital. La organización ha apuntado en un comunicado que el objetivo de la investigación ha sido conocer las relaciones de los menores en internet, garantizar sus derechos y protegerlos ante cualquier tipo de violencia. La investigación ha realizado encuestas a 3.315 adolescentes entre los 14 y 17 años en España. Los resultados generales han manifestado que el 90% de los adolescentes se conectan varias veces al día a internet, además la mitad lo usa de forma habitual desde los once años.
En el ámbito andaluz, de los jóvenes encuestados el 86,1% han usado internet para entrar en redes sociales, mientras que el 72% lo han usado para comunicarse. Las chicas han utilizado la red para escuchar música, ver series o películas y comprar; mientras que los chicos han visualizado contenido de otros creadores. La mayor diferencia por género se ha encontrado en el acceso a juegos online, siendo mayoritario el acceso por parte de los chicos --65,2%-- frente al 18,2% de las chicas.
Uno de los riesgos a los que se han enfrentado los jóvenes andaluces ha sido la exposición a contenido erótico y pornográfico así, casi siete de cada diez adolescentes han encontrado este contenido sin buscarlo. La responsable de incidencia política de Save the Children en Andalucía, Ana Sánchez, ha afirmado que la exposición «puede tener consecuencias negativas» pues genera una percepción de las relaciones sexuales basadas en un modelo patriarcal, incluso erotizando la violencia a las mujeres. Además, los jóvenes pueden llevar estas conductas sexuales a sus propias experiencias.
Otro riesgo es el contacto con personas desconocidas. Así, este informe arroja que uno de cada tres adolescentes a nivel estatal ha contactado con desconocidos a través de internet, y el 23% ha afirmado que sí realizaría el encuentro con la persona desconocida. Si se diferencia el dato por género, el 27,4% de los chicos acudiría al encuentro frente al 17,3% de las chicas.
En este sentido Sánchez ha señalado que el mundo digital es un espacio donde a los niños se les ofrecen posibilidades para ejercer sus derechos a la educación, a la información, a la libertad de expresión o el de asociación, pero la realidad es que «corren riesgos cuando están conectados». A la hora de establecer normas de uso en casa para controlarlos cuando navegan en internet, en Andalucía, solo el 30% han asegurado tener limitadas las horas de conexión, mientras que un 40,8% ha afirmado que sus familiares le han explicado los posibles riesgos. A pesar de estos límites, un 37% de adolescentes han asegurado saber saltarse las medidas de control a nivel estatal.
Violencia online
El informe de Save the Children ha recogido las formas de violencia que pueden sufrir en el entorno digital: el abuso sexual infantil a través de la red --grooming--, el ciberacoso o la violencia de género cuando se extiende a internet y las redes sociales. En este contexto, uno de cada tres adolescentes --chicos-- no cree que enviar fotos de carácter sexual sin permiso es o deba ser un delito, o no está seguro de que deba serlo. Sin embargo, a nivel andaluz, el 70% de los adolescentes son conscientes de que enviar fotos de carácter sexual sin permiso es o debería ser un delito.
De la misma forma, el 40% de los jóvenes a nivel nacional no ha creído o no ha estado seguro de que mandar mensajes con insultos o amenazas sea delito. Mientras que en Andalucía, el 72,7% de los adolescentes sabría dónde acudir a denunciar un caso de violencia online. Sánchez ha sido crítica «aunque una mayoría identifica ciertas conductas como delitos, no deja de ser preocupante que haya porcentajes significativos que no las identifiquen», y ha concluido que «el primer paso para protegerse de la violencia es saber identificarla».
Campaña '#derechossinconexión'
Tras la recogida y análisis de datos, Save the Children ha lanzado este informe en su campaña '#DerechosSinConexión' con el objetivo de concienciar a la sociedad de que los más pequeños también están en internet, «por lo que este tiene que ser un lugar seguro para ellos». La organización ha pedido desplegar las medidas recogidas en la Ley Orgánica de Protección a la Infancia y Adolescencia frente a la Violencia (Lopivi) para proporcionar espacios seguros a la infancia en el ámbito digital y garantizar que se cumplen todos sus derechos.
Save the Children ha apostado por educar desde las familias y la escuela a los jóvenes en un uso responsable y seguro de internet y las nuevas tecnologías, así como ha pedido a los poderes públicos «otorgar las herramientas y formaciones necesarias» a los educadores mencionados.
La fundación considera prioritario implementar mecanismos para prevenir la violencia y el acceso al contenido perjudicial en internet, convirtiéndolo en un entorno seguro. La ONG ha pedido la colaboración entre la Administración y las plataformas de internet para establecer efectivamente la edad mínima de acceso a los contenidos digitales y del consentimiento para compartir datos personales. Los mecanismos deben proteger sus datos, y no excluirlos de servicios a los que tengan derecho a acceder.
Por último, la organización ha pedido «educación afectivo sexual en igualdad de género y diversidad, reglada desde edades tempranas y adaptada a cada etapa educativa», para que los niños aprendan desde pequeños tener relaciones más sanas e igualitarias también en el entorno digital.
La responsable ha concluido que «de la misma forma que no prohibimos a la infancia salir de casa porque hay peligros, no podemos con esa excusa prohibirles el acceso a internet. La entrada en la red debe ser progresiva y adaptada a cada edad, siguiendo las recomendaciones pediátricas, de ciberseguridad y de salud mental. Las personas adultas debemos acompañar a niños y niñas en este uso, enseñarles a protegerse y a comportarse en internet, y darles pautas para una ciudadanía digital respetuosa y protectora».