El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, cumple este lunes un año como alcalde de la ciudad, con un gobierno en minoría de 10 concejales de los 41 que tiene el Ayuntamiento, y con el pacto con ERC en el aire, ya que los republicanos han aplazado su decisión de si entran en el ejecutivo del PSC tras llegar a un preacuerdo.
Collboni fue investido el 17 de junio de 2023 con el apoyo de los Comuns y del PP tras arrebatar la alcaldía en el último momento al candidato de Junts, el exalcalde Xavier Trias, que ganó las elecciones municipales del 28 de mayo y que había pactado un gobierno de 16 ediles con ERC.
Tras llegar a la alcaldía e iniciar su mandato en minoría, el alcalde socialista se fijó como límite para formar gobierno y tener Presupuestos de 2024 aprobados antes de la primavera e inició conversaciones con los grupos que mostraron su predisposición a llegar a un acuerdo: Junts, BComú y ERC.
Las conversaciones se aceleraron inicialmente con Junts, mientras que BComú y ERC negaban negociaciones con el alcalde y aseguraban que sólo mantenían reuniones informales, que semanas más tarde se convirtieron en encuentros formales para abordar la gobernabilidad de la ciudad.
Al constatar un avance del PSC con ERC y BComú, Junts decidió paralizar las conversaciones en enero para que Collboni clarificara el escenario, que se fue decantando a favor de los republicanos cuando pactaron el Presupuesto de 2024 con los socialistas.
El presupuesto, la primera asignatura
El límite de primavera sirvió para aprobar las cuentas municipales, que Collboni fijó como prioridad para después ampliar el gobierno: en esta asignatura encontró el apoyo de ERC, pero no el de los Comuns, que insistían en vincular el pacto presupuestario al de gobierno y que el PSC descartó.
Ante la falta de apoyos que sumara la mayoría absoluta del Consistorio, el alcalde se sometió a una cuestión de confianza para aprobar los Presupuestos automáticamente el 2 de mayo, y reiteró que el siguiente paso sería la ampliación del gobierno.
El preacuerdo de gobierno con erc
Tras pactar los Presupuestos, todo apuntaba a que el siguiente paso era la entrada de los republicanos en el gobierno del PSC, cuyas negociaciones se paralizaron por la anticipación de las elecciones catalanas y las elecciones europeas.
Una vez pasado el periodo electoral, PSC y ERC formalizaron un preacuerdo para gobernar juntos la ciudad, que la militancia de los republicanos debían votar en un congreso extraordinario, que se ha aplazado 'sine die' por falta de aforo en el Orfeó Martinenc, donde lo convocaron.
Ahora el pacto ha vuelto a quedar paralizado a la espera de que ERC vuelva a convocar su congreso y decida sobre el preacuerdo, una votación que reagendará «teniendo en cuenta» la ronda de consultas para la investidura en el Parlament, cuyo pleno se celebra el 25 de junio.
Su acción de gobierno
A pesar de gobernar en minoría, Collboni ha defendido en todo momento que su gobierno está consolidado y que gobierna «desde el primer día», impulsando medidas y llegando a acuerdos con el resto de grupos municipales.
La principal medida que desarrolló a su llegada a la Alcaldía fue el Pla Endreça, centrado en la limpieza y la seguridad del espacio público, además del Pla Clima Escola para climatizar los centros educativos de la ciudad.
Ha inaugurado promociones de vivienda que se impulsaron en el último mandato y en el último mes ha puesto énfasis en la gestión del turismo para evitar la masificación, también a las puertas de la celebración de la Copa América, el gran evento internacional que asumirá como alcalde de la ciudad.
Ciudad "sin rumbo"
Mientras el gobierno socialista defiende que está consolidado, los grupos de la oposición le reprochan estar en una situación de debilidad y falta de diálogo con el resto de formaciones.
Desde Junts, critican que la ciudad está «sin rumbo», los Comuns le reclaman posicionarse y formar un gobierno progresista, y ERC celebra que el pacto de Presupuestos mueva al PSC a su estilo de ciudad, según ellos.
El PP se congratula de haber terminado con el mandato de la exalcaldesa Ada Colau por su apoyo a la investidura de Collboni y le insiste para que gobierne en minoría.
Por su parte, Vox se ve como el único partido «consecuente que no ha entrado en el juego de sillas».