La Conselleria de Interior de Interior de la Generalitat ha elegido al comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Eduard Sallent, para seguir el curso de ascenso a la categoría de major del cuerpo, un rango que hasta ahora solo ostentaba el excomisario jefe Josep Lluís Trapero, que fue destituido como jefe de la policía catalana.
El departamento lo ha anunciado en un comunicado este viernes, el mismo día en que han hecho la entrevista del procedimiento Sallent y la otra única candidata, la comisaria Alícia Moriana, quien antes de conocer el resultado ha presentado un recurso contra las bases de la convocatoria.
Sallent empezará el 21 de mayo el curso de major de los Mossos en el Institut de Seguretat Pública de Catalunya (ISPC), y la Conselleria ha remarcado que la entrevista de este viernes ha sido «de carácter no selectivo, y por tanto voluntaria».
Les ha entrevistado el director general de los Mossos, Pere Ferrer, para «contrastar y conocer con más detalle los datos reflejados en los respectivos expedientes administrativos de carrera profesional, y también para captar de primera mano la defensa de sus candidaturas», ha añadido la Conselleria.
El recurso contencioso que ha presentado la otra candidata, la comisaria Alícia Moriana, sigue en curso después de que el juzgado ha rechazado paralizar cautelarmente el procedimiento de selección, y también recurrieron las bases de la convocatoria los sindicatos SAP-Fepol y SME porque la consideraban «hecha a medida» para el actual jefe del cuerpo.
Críticas a la convocatoria
Las críticas sindicales a la convocatoria también han reprochado que una plaza «extremadamente estratégica» para el cuerpo se asigne a las puertas de las elecciones al Parlament del domingo.
En este sentido, tras conocerse la elección de Sallent fuentes de Interior han indicado que la decisión de nombrar a un nuevo major se hizo pública el día 6 de marzo, «días antes» de la convocatoria electoral, y la convocatoria se publicó el 15 de marzo, dos días después del anuncia de elecciones.
Por parte de Interior han defendido que una vez iniciado el proceso no se puede parar porque «sería prevaricación», y han añadido que la plaza solo se podría dejar desierta si se considerara que ningún candidato es válido para el rango de mayor.