Los votos en solitario del PP han conseguido sacar adelante este lunes el penúltimo paso municipal para la nueva Ermita del Santo, en el distrito de Latina, con la abstención de Vox y el rechazo de Más Madrid y PSOE en la comisión de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad.
Será el martes de la próxima semana cuando se eleve al Pleno de Cibeles para después enviar la propuesta de aprobación provisional de la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en el Paseo de la Ermita del Santo, con estimación parcial de alegaciones. El Gobierno regional tendrá que dar la luz verde definitiva en un plazo administrativo máximo de cuatro meses.
La iniciativa defendida por el delegado del ramo, Borja Carabante, pasa por una reducción de la edificabilidad (6.200 metros cuadrados menos), 2.000 metros cuadrados más de equipamientos y una disminución de la altura de las torres, de 28 a 23 como máximo, además de alejarlas de las viviendas.
El proyecto abanderado por el área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad cuenta con el rechazo vecinal, que lo consideran un «pelotazo urbanístico» que les «imponen» desde el Ayuntamiento de Madrid. Esta tarde se manifestarán a las 19 horas con una cacerolada.
Obras antes de que finalice el año
Con este proceso que hoy ha pasado por comisión concluiría su tramitación urbanística y podría iniciarse la gestión del desarrollo por los propietarios del suelo. Carabante ya concretó que espera que las obras en la Ermita del Santo empiecen «antes de que finalice este año».
El proyecto en este punto del distrito de Latina incluye la creación de 584 viviendas, más zonas verdes y la conexión del entorno con Madrid Río y el parque Caramuel. La intervención de regeneración urbana permitirá obtener casi un 70 por ciento de suelo público, que ahora está en manos privadas, ha indicado el área.
La vivienda protegida en este entorno alcanzará el 29 por ciento, con un mínimo legal del 10, de la edificabilidad residencial, la mayor parte, con precio limitado.
«Creo que, en definitiva, se han recogido las expectativas de los vecinos, que lo que pedían eran más equipamientos, más zonas verdes y una menor edificabilidad en ese entorno. Es un proyecto de una nueva configuración, más eficiente, más sostenible, con más zonas verdes y más equipamientos porque, en concreto, se incrementan los equipamientos en 2.000 m2», trasladaba Carabante semanas atrás.