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Comités del sector industrial de Bizkaia piden a Gobierno Vasco que defienda el empleo en Mecaner y evite 149 despidos

Una manifestación conjunta en Bilbao exige que el Ejecutivo "pase de las palabras a los hechos" y "no se pliegue a las exigencias" de Stellantis

Manifestación de trabajadores de Mecaner en Bilbao | EUROPA PRESS EUSKADI

| Bilbao |

Representantes de comités de empresa del sector industrial de Bizkaia se han manifestado este martes en Bilbao junto a la plantilla de Mecaner para exigir al Gobierno Vasco que «pase de las palabras a los hechos», evite el despido de los 149 trabajadores de la planta de Urduliz, «no se pliegue a las exigencias» de multinacionales como Stellantis, deje de «acompañar» los cierres de las empresas y «sea protagonista» en la defensa del futuro industrial de Euskadi.

Este mensaje ha sido trasladado al término de la manifestación que, tras una pancarta donde podía leerse «Un futuro es posible para Mecaner», ha partido de la sede del Gobierno Vasco en el Sagrado Corazón para concluir ante la de la Spri, en plaza Bizkaia, donde, ante centenares de participantes, se ha leído un comunicado consensuado por la mayoría sindical (LAB, CCOO y ESK) en el comité y que ha sido suscrito por delegados y delegadas de industria de los tres sindicatos.

En declaraciones a los medios, previas al inicio de la marcha, desde el comité de empresa han afirmado que confían en que, en la reunión prevista este jueves, «Stellantis dé una respuesta concreta a la salida de la planta y nos diga si van a querer sentarse con nosotros para buscar una solución a las instalaciones y a los empleos».

Por su parte, han insistido en que la solución pasa por que la multinacional, propietaria de la planta, acepte participar en una «reunión a tres» junto al Gobierno Vasco y la plantilla, de cara a buscar un posible inversor que evite el cierre de la fábrica vizcaína.

Según sus propias palabras, han trasladado desde el comité, «ellos dicen que no tienen nada decidido todavía y, por ese motivo, les estamos pidiendo que se sienten a esa mesa a tres para buscar una salida, ya que dicen no haber tomado una decisión».

A partir de ahí, el objetivo es que aparezca algún inversor interesado que, hasta ahora, «no ha aparecido» e, incluso, «si se puede disponer de las instalaciones, que el propio trabajador de Mecaner tenga una opción futura de entrar en esa nueva empresa».

Desde la perspectiva sindical entienden que, dentro de los clústeres vascos, «hay una cartera de potenciales clientes o posibles inversores, que pondrán sus propias condiciones, evidentemente».

En cuanto al comunicado conjunto, el escrito emplaza al Gobierno Vasco y a Industria a que «empiece a ser protagonista en la defensa de los puestos de trabajo y del futuro industrial del país».

Tras mostrar su solidaridad con la plantilla de Mecaner, estos miembros de comités de casi 60 empresas industriales vizcaínas han exigido a las administraciones vascas «un cambio de actitud» en su política industrial porque «todavía hay tiempo para salvar Mecaner».

Los delegados sindicales han exigido al Ejecutivo asimismo que deje de «acompañar» los cierres de las empresas tanto en Bizkaia como en Euskadi ya que no se puede obviar que la economía vasca, especialmente la vizcaína, lleva décadas afrontando una radical transformación".

Ante esta realidad, consideran que ha sido «la decidida apuesta de las administraciones vascas por la terciarización de la economía la que ha provocado que se pase de una aportación industrial al PIB vasco del 40% a principios de los años 90 al 22% que aporta actualmente».

Por ello, y ante el anuncio de la multinacional Stellantis de cerrar Mecaner, lamentan que, tras las distintas reuniones mantenidas con el Gobierno Vasco, «ha quedado claro, una vez más, su nula intención de intervenir en la búsqueda de soluciones para evitar este cierre».

Ejemplo

El caso es, a su juicio, «especialmente grave» puesto que Mecaner supone «un buen ejemplo del devenir de la industria vasca» ya que se trata de una empresa nacida hace más de 60 años que fue la primera matricería vasca en el que fuera uno de los sectores industriales pioneros del país y que, poco a poco, «va viendo cerrar la puerta de todas las empresas ante la pasividad del Gobierno Vasco».

Por todo ello, y ante las transformaciones que tendrán lugar en los próximos años en sectores industriales claves para la economía vasca y vizcaína, «son más necesarias que nunca unas instituciones fuertes que dispongan y tengan clara una política industrial activa que defienda los intereses de los trabajadores y trabajadoras y no de las multinacionales y las élites económicas».

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