El presidente del PP vasco y candidato a lehendakari, Javier de Andrés, ha afirmado que «la exigencia del euskera en la administración debe llegar hasta donde llega la sociedad». «Se está pidiendo una exigencia de conocimiento por encima de lo que la sociedad puede dar y eso excluye a una parte importante de los vascos», ha alertado.
De Andrés ha tomado parte este sábado en un acto político en San Sebastián, junto a la cabeza de lista en el Territorio, Muriel Larrea, en el que ha subrayado que la formación popular representa la única «alternativa» frente a un PNV y EH Bildu que «hacen como que discuten» mientras son socios, «junto al PSE».
«Todos sabemos lo que van a hacer y que intentarán gobernar juntos. De la misma manera que hicieron con Sánchez y Asiron van a seguir haciendo las cosas conjuntamente porque se entienden», ha vaticinado.
En esta línea, ha asegurado que todos ellos tienen «el mismo proyecto» y son «un mismo producto político que se presenta con marcas distintas: unos con corbata, otros con camiseta, otros en mangas de camisa...».
En contraposición a ellos, ha defendido la alternativa que supone el Partido Popular en Euskadi, en el conjunto de España y en Europa. A su entender, el PP representa así a aquellos vascos a los que les preocupa el «futuro de su tierra».
«Hay otra forma de hacer Euskadi, de avanzar en el conjunto de Europa que consiste en el trabajo, en el esfuerzo, en no limitar ni mermar la libertad de la gente para que pueda realizar su desarrollo personal, social y profesional. Si creemos en la gente hay que darle confianza y libertad, no mermarla», ha enfatizado.
En su opinión, si se limitan los méritos, el talento y cualificación de quien quiere «desarrollarse profesionalmente» lo que se hace es «mermar los resultados finales».
«Cuanto mas limitación se hace a la libertad individual lo que se hace es mermar el desarrollo conjunto», ha indicado, para añadir que un gobierno se legitima porque «garantiza seguridad, que es lo primero que necesita la gente, algo a lo que en Euskadi no »se le hace demasiado caso".
Tras defender que los servicios públicos son «necesarios» y para ello se deben recaudar impuestos, ha advertido que ello no se logra solo «subiendo los tipos fiscales». «Una tienda no recauda más por subir mucho los precios. La solución pasa por ampliar la base imponible, que haya más gente ganando dinero, y así con tipos menores logras mas recaudación», ha concretado, para lamentar por contra que «la izquierda siempre» piense a corto plazo.
"apellidos castellanos"
En este contexto, De Andrés se ha referido a la necesidad de que en Euskadi se respete la realidad social, cultural y lingüística« de los vascos. A su juicio, y haciendo referencia al hecho de que el candidato del PNV, Imanol Pradales, reconociera que contaba con »ocho apellidos castellanos«, el líder del PP ha lamentado la »concepción prejuiciosa y condicionada por el nacionalismo de lo que es un apellido castellano".
«Apellidos como los de Pradales han existido siempre desde hace 1.000 años», ha afirmado, para añadir que «esos apellidos que algunos dicen que son castellanos no son sino una interpretación nacionalista de la historia. »Animo a Pradales a sacudirse prejuicios y a que entienda que en Euskadi ha existido siempre una dualidad. Esa es la realidad de Euskadi y deben adaptarla de una vez. Euskadi históricamente ha sido una comunidad dual", ha detallado.
Asimismo, el candidato popular ha defendido que «el castellano también es una lengua vasca» y ha denunciado que los «fanáticos nacionalistas» traten de «excluir esa parte de la realidad», lo que supone «ir contra la realidad y naturalidad de la sociedad vasca».
"gestión ideologizada"
Tras lamentar que Euskadi sufra una «gestión política muy ideologizada», basada en un «objetivo de construcción nacional», ha sostenido que «construir una nación exige tensiones y forzar», algo que «excluye y margina a una parte de la sociedad» a la que se le termina «expulsando».
Así, se ha referido a la situación que padecería la educación o la sanidad, donde el hecho de fijar «unos límites de exigencia de euskera», por encima de lo que la sociedad puede prestar, provoca que no se puedan cubrir todas las plazas. «Se está expulsando mucho talento», ha censurado.
A su juicio, esta gestión «empobrece a la sociedad y a la administración publica vasca y, por ello, se cuenta con un 44% de eventuales, »la cifra mas grande del Estado y muy superior a la empresa privada".
«La exigencia del euskera en la administración debe llegar hasta donde llega la sociedad. Lo que podemos exigir desde los gobiernos a la sociedad es hasta donde puede llegar. Ahora mismo las administraciones públicas, el PNV y el PSE, están pidiendo una exigencia de conocimiento del euskera por encima de lo que la sociedad puede dar y eso excluye a una parte importante de los vascos. Es algo que nosotros reivindicamos en soledad porque el PSE antes lo decía y ahora parece que se ha adaptado por el poder», ha añadido.
De este modo, ha defendido la necesidad de apoyar el euskera y ser conscientes de su «enorme valor, para los vascos y para el conjunto de los españoles», pero siendo a la vez «conscientes de la sociedad que tenemos y que no se le puede tensar ni expulsar a una parte de ella».
«Queremos una tierra en la que se valore a la gente por sus méritos, y no una sociedad y administración ideologizada. No queremos que se usen criterio ideológicos en la administración. Queremos aportar libertad y que la administración se parezca a la sociedad, que no es la que se quiere inventar el PNV, forzar EH Bildu y la que complace al PSE», ha finalizado.
"intervencionismo político"
Por su parte, la cabeza de lista por Gipuzkoa, Muriel Larrea, ha destacado que durante décadas los vascos han valorado «el crecimiento, la sanidad, la educación y la seguridad de las calles», pero ha censurado que, en la actualidad, «el intervencionismo político impide nuestro desarrollo natural».
«Hay una enorme desproporción entre el nivel de exigencia hacia la ciudadanía y el escaso sentido de responsabilidad y sensibilidad de PNV y PSE que llevan décadas gobernando y empeñados en intervenir e incrementar las trabas burocráticas», ha criticado, para añadir que un país moderno se construye con representantes políticos que intervengan menos y crean más en la sociedad".